“Son ciegos los que se creen poderosos porque violentan los derechos y las libertades de las personas”, afirmó este domingo 19 de marzo el Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Managua y desterrado por la dictadura sandinista, Silvio José Báez.

En su homilía dominical, en la que se meditó el evangelio de Juan, en el capítulo nueve, en el que Jesús curó a un ciego con barro, Báez señaló que los que son realmente ciegos son los que se obstinan en el mal y son vencidos por la arrogancia.

“Son ciegos quienes al mal le llaman bien y al bien le llaman mal, se obstinan en el mal que cometen y rechazan toda corrección. Son ciegos los que piensan que tener dinero y acumular bienes materiales hace felices y grandes a las personas”, señaló.

Báez añadió que son ciegos los que piensan que el amor es un sentimiento y no una decisión libre de la voluntad para buscar siempre el bien del otro.

“Son ciegos quienes piensan obtener resultados diferentes haciendo siempre lo mismo”, añadió.

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La paz no puede ser fruto de la represión

Báez señaló que en la vida social, son ciegos quienes creen que la paz puede surgir como fruto del sometimiento y de la represión.

Además, refirió que son ciegos los que optan por callar cuando ven que la gente es agredida, reprimida o exiliada, y piensan que nunca les va a tocar a ellos la misma suerte.

“Son ciegos los que piensan que con su indiferencia y su silencio ante la injusticia, lograrán ser tratados con benevolencia de parte de los tiranos. Son ciegos quienes creen ingenuamente que hay personas o sistemas políticos que son eternos que no pasarán jamás, y por eso les rinden culto y les entregan su corazón y su conciencia”, refirió el jerarca.

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Insta a los religiosos a no callar

El jerarca hizo hincapié en la religiosidad que guarda silencio ante los atropellos de los tiranos.

“¿De qué sirve una religión que sólo está para defender sus verdades, celebrar sus cultos e imponer su doctrina? ¿De qué sirve una religión que no está atenta a la realidad y no es sensible al sufrimiento de la gente, que no se pone de parte del débil y no se compromete en la lucha contra las tinieblas?”, dijo el jerarca.

“El creyente no es alguien que pretende saber todo y explicar todo lo que ocurre, sino alguien que como un ciego reconoce que no puede ver con claridad, pero vive siempre abierto a la luz, sin resignarse a la tiniebla”, añadió.

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