La excarcelada política Mildred Rayo, describió sus peores momentos durante su aprehensión en Nicaragua. Entre tanta confusión y malas experiencias, Rayo junto a los compañeros también encarcelados, pensó que alguien los intentó delatar.

Los comentarios de Rayo surgieron luego que el periodista Luis Galeano le consultara sobre estas hipótesis que surgieron tras su captura, a lo que ella contestó respaldando.

“Nosotros también después de un tiempo llegamos a pensar lo mismo, que alguien dijo o alguien nos quiso bombear (delatar) desde adentro, como se dice”, señaló Rayo, sin profundizar en el tema.

Mildred Rayo, fue detenida el martes 1 de noviembre junto a su novio y Miguel Flores, también integrante de la Alianza Universitaria Nicaragüense (AUN). La joven activista relató que su detención ocurrió luego de asistir a un evento en Estados Unidos e intentar ingresar a Nicaragua por punto ciego.

Ahí el Ejército de Nicaragua la detuvo y tras verificar su identidad la trasladaron a una “base militar” donde se sintió agredida sexualmente al momento de la revisión.

Leer además: Diez derechos que la dictadura les ha arrebatado a los periodistas en Nicaragua

“A mí me registraron de pies a cabeza, me manosearon toda, fue una mujer quien lo hizo, sin embargo lo hicieron. Me desvistieron toda. Revisando me metieron el dedo incluso en el ano”, relata.

De acuerdo con el relato de la joven durante su detención el Ejército le cuestionó su razón del viaje a Estados Unidos, y que si la enviaron de regreso con la misión de “menoscabar la integridad del país”.

El día de la liberación

Todo el tiempo que Mildred Rayo junto a sus compañeros estuvieron en manos de la policía estuvieron detenidos en la Estación Policial del Distrito III en Managua, excepto durante las visitas familiares que los trasladaban a El Chipote.

Leer además: Situación de Nicaragua vuelve a la agenda del Consejo de Derechos Humanos de la ONU

En el Distrito III los oficiales le decían a todas las presas políticas que estuvieran preparadas para ser trasladadas al Sistema Penitenciario Nacional, y por eso fue que el día que las llegaron a sacar de su celda había incertidumbre de hacia dónde iban.

Durante el camino, Rayo expresó que por un momento creyó que volvería a las manos del Ejército, cuando los buses llegaron a las instalaciones de la institución castrense que están cerca del aeropuerto, pero una vez ahí los hicieron firmar el papel donde aceptaban salir del país.

Rayo, al igual que otros excarcelados políticos niega haber visto a Monseñor Rolando Álvarez en alguno de los buses, o escuchar a alguno de los liberados mencionarlo.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *