Quienes usan del poder para excluir, someter y oprimir, sirven al diablo y viven arrodillados ante el diablo», con esta frase Monseñor Silvio Báez culminó su mensaje de la homilía del primer domingo de cuaresma. El religioso concentró su homilía en las tentaciones.

“El deseo de imponernos y dominar está presente en todos los seres humanos. Es grande la tentación de someter, de tener a los demás debajo de nosotros y de que todos obedezcan a nuestros deseos. No nos volvemos más humanos asumiendo la competencia y la rivalidad como estilo de vida, ni somos más felices teniendo más poder o prestigio”, dijo Báez.

«La tentación es ese momento en que misteriosamente nos sentimos seducidos por algo que nos parece atrayente, que nos ofrece placer o alegría, pero que en el fondo arruina nuestra vida, daña la vida de los demás y nos aleja de Dios», señaló Báez.

En su último discurso, el dictador Daniel Ortega señaló que el se convirtió en una persona «revolucionaria» «gracias a Cristo», sin embargo, monseñor Silvio Báez, mencionó en su discurso, que Jesús nunca se sometió ante las tentaciones del diablo, menos con respecto al poder.

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«Lo único que Jesús quiso en su vida fue hacer la voluntad del Padre a través del servicio humilde y el amor sin límites por la humanidad. Jesús no concibió su misión como una conquista destinada a reunir a un grupo de creyentes a quienes someter», expresó Báez.

Un consejo a quienes buscan el poder

No obstante, Monseñor Báez no solamente relacionó su mensaje contra aquellos que usurpan el poder en Nicaragua, sino que también aconsejó a quienes buscan el poder.

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«Los más nobles (con) ideales sociales se envenenan a causa de las luchas internas de poder. El poder es un ídolo mortífero, delante del cual los tiranos se postran y al cual le ofrecen como sacrificio la libertad y la esperanza de los pueblos», dijo el religioso.

En este sentido la oposición nicaragüense también toma relevancia cuando se interpretan las incongruencias que han ocurrido a lo interno, y por la cual no se ha concretado un sólo grupo opositor. Báez señaló que cuando se asume «la competencia y la rivalidad como estilo de vida» «no nos volvemos más humanos».

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