El Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, Monseñor Silvio Báez, en su homilía de Pentecostés, señaló que el Espíritu Santo libera de la rigidez mental y de ideologías que impiden conocer la verdad o ver el dolor de los demás.

“Sin el Espíritu Santo seríamos incapaces de dar testimonio de Jesús, no podríamos amar y perdonar, sacrificarnos y servir. El Espíritu Santo nos da la fortaleza para que los problemas no nos derrumben, nos libera de vivir obsesionados por las urgencias, nos abre a caminos nuevos y nos lanza a la misión sin temor y llenos de esperanza”, dijo Báez en su homilía dominical.

El Espíritu transforma a la historia humana

Báez expuso que el Espíritu Santo transforma la historia humana a través del esfuerzo y la buena voluntad de hombres y mujeres que no se resignan pasivamente a la opresión y a la injusticia.

“La acción poderosa del Espíritu de Dios anima los esfuerzos de quienes luchan por construir un mundo más humano y pacífico y conduce a los pueblos sometidos a soñar, a organizarse y a luchar por su liberación”, añadió el jerarca.

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El Espíritu Santo da consuelo y fortaleza

El jerarca católico señaló que cuando todo parece derrumbarse, el Espíritu Santo da su consuelo y fortaleza.

“Nos hace vislumbrar nuevos horizontes y alienta nuestra esperanza. Cuando nos sentimos desolados interiormente el Espíritu Santo riega nuestro corazón como corriente de agua fresca que nos hace vivir una y otra vez”, señaló.

Báez expresó que el Espíritu Santo que descendió sobre los Apóstoles en Pentecostés continúa animando a la Iglesia hoy en día, para que se enfrente, sin miedo, a los grandes retos de la evangelización.

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“El Espíritu hace que la Iglesia sea capaz de dar testimonio de Jesús y la mantiene fiel a la verdad del Evangelio. El Espíritu es viento limpio y fresco que libera a la Iglesia de los ambientes contaminados por la mentira y el mal”, señaló.

“Muchos quieren una Iglesia ciega frente al dolor de la humanidad y muda frente a los atropellos de los injustos. Sin embargo, el Espíritu, como viento fuerte, la empuja siempre por los caminos del mundo a la aventura de la misión, al testimonio del amor y al riesgo de la profecía”, añadió. 

Báez hace estos señalamientos en el contexto del primer arresto a un sacerdote en Nicaragua por parte de la dictadura sandinista. No obstante, el jerarca no hizo mención a este hecho, como tampoco la Conferencia Episcopal de Nicaragua.

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