El obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, Silvio José Báez, lamentó que existan políticos que se enfrasquen discutiendo asuntos «ideológicos» y «estrategias partidarias», mientras el pueblo clama por libertad y justicia, para salir de su postración y el dolor.

Durante su homilía de domingo en la iglesia de Santa Agatha en Miami, el obispo Báez habló del evangelio de Juan en el cual Jesús les dice a sus discípulos la importancia de amarse entre sí, como él y el Padre se han amado, porque es a través de ese amor que se construyen las mejores relaciones personales y de sociedad, para un mejor mundo.

«El amor cristiano tiene una dimensión social y política. Amamos, cuando diseñamos y organizamos la vida social en modo tal que nadie padezca miseria, que ninguna persona quede excluida, que se supriman los sufrimientos injustos y se respeten los derechos humanos», dijo el obispo Báez.

Los cómodos políticos y el pueblo

«Por eso -añadió- es lamentable que haya líderes políticos que en cómodos salones se enfrascan en discusiones ideológicas y estrategias partidarias, mientras afuera hay un pueblo oprimido que anhela libertad y clama justicia, mientras hay presos políticos que sufren torturas y miles de exiliados pasando penurias».

«Cuando está en juego el bien de la sociedad, no bastan las buenas intenciones ni las declaraciones de principio, ni los comunicados. Hay que esforzarse por lograr efectivamente lo que la gente necesita para salir de su postración y de su dolor», continuó el Obispo Báez.

Sus palabras se dan en el contexto en que en Nicaragua, los grupos de oposición no logran la unidad que la población ha estado reclamando, mientras la dictadura emplazó a quienes quieran realizar alianzas a presentarse ante el Poder Electoral que impuso Daniel Ortega el pasado martes, como máximo el próximo 12 de mayo. https://cafeconvoz.com/2021/05/08/cxl-ofrece-diputaciones-a-aliados-de-coalicion-nacional-denuncio-el-prd/

Báez dijo que el cristiano también en la política ama como Jesús, con profunda ternura, con un amor cercano y concreto que brota del corazón y llega a los ojos, a los oídos, a las manos, para abrazar a los más pequeños y olvidados.

«En la vida política el amor exige también mucha humildad y capacidad de sacrificio, con tal de lograr el mayor consenso en favor del bien común», dijo. 

«En la política, el amor es un trabajo de artesanía que requiere sabiduría, paciencia y mucha sensatez para acoger y escuchar a quien piensa distinto, sin necesidad de descalificar o denigrar al adversario», señaló el obispo Báez.

Recordó que un elemento indispensable que no debe faltar en el amor: la amabilidad. «En la familia, en los ambientes de trabajo y entre los líderes políticos, falta amabilidad en el trato. Hay que sonreír, intentar no herir con las palabras o los gestos, usar palabras de aliento que consuelen y animen, en lugar de palabras hirientes que humillen e irriten. Los políticos cristianos no deberían olvidarse de la amabilidad a la hora de debatir y confrontarse, pues la amabilidad “facilita la búsqueda de consensos y abre caminos donde la exasperación destruye todos los puentes”, concluyó Báez.

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