Policía impide conferencia a CEFECHE

Managua, 14 dic (EFE).- La Policía de Daniel Ortega replegó este lunes al periodista nicaragüense Carlos Fernando Chamorro, una de las voces más críticas al Gobierno del presidente Daniel Ortega, cuando exigía la devolución del edificio donde funcionaban sus medios, que se mantiene ocupado por las autoridades desde hace dos años.

Chamorro, hijo de la expresidenta Violeta Barrios (1990-1997), acudió hasta la sede del edificio donde funcionaban las revistas digitales Confidencial y Niú, y los programas televisivos Esta Semana y Esta Noche, que él dirige, y desde la calle ofrecía una rueda de prensa que fue interrumpida ante la llegada de agentes antidisturbios, según constató EFE.

Los policías bajaron de dos patrullas y ordenaron a Chamorro, a su esposa, Desirée Elizondo, y a varios periodistas a su cargo, así como a la presidenta del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), Vilma Núñez, retirarse del lugar.

Los agentes se colocaron en fila, levantaron a la altura del pecho sus escudos y a la voz de orden de «avancemos» y «abran paso», replegaron a Chamorro, quien mientras caminaba denunciaba que «la autoridad está ocupando este lugar de manera ilegal».

«UNA MUESTRA DE LA DICTADURA»

«Esta es una muestra de la dictadura de Daniel Ortega. Este es el estado policial en vivo. Estamos aquí para demandar la suspensión de la censura y la suspensión del estado policial», gritó Chamorro, galardonado con el IV Premio Casa América Catalunya a la Libertad de Expresión en Iberoamérica en 2009, y en 2010 con el premio María Moors Cabot.

«No importa que el estado policial se exhiba por la fuerza bruta porque no van a confiscar las ideas, no van a confiscar el periodismo nunca, no van a impedir que la prensa libre siga informando y los siga retratando a ustedes (Policía) ante los nicaragüenses y el mundo», señaló.

Sostuvo que el Gobierno de Ortega «nunca ha podido callar al periodismo independiente» ni los medios que dirige, tampoco las ideas críticas, «ni la verdad y no lo van a lograr».

Según Chamorro, «la dictadura cerró por la fuerza las instalaciones físicas» de sus medios, «se robó los equipos, ocupó y ocupa nuestra redacción, pero nunca pudieron callarnos, ni confiscar el periodismo, ni el espíritu crítico de los periodistas y nuestra convicción y compromiso con el pueblo de Nicaragua, con nuestras audiencias de mantener una información crítica, de seguir fiscalizando el poder»

Tampoco de «no ceder, de no aceptar, bajo ninguna circunstancias, ni la censura que nos impusieron, ni tampoco caer en la autocensura», agregó.

ELEVARÁN CASO A LA CIJ

También llamó «cobardes» a los policías por empujar a la presidenta del Cenidh, Vilma Núñez, de 82 años y quien se apoya de un bastón para caminar.

Por su lado, la activista de derechos humanos indicó que la actuación policial «es la constatación de la represión en vivo».

Además del «asalto por la fuerza bruta» del edificio, relató Chamorro, las autoridades obligaron a sacar del aire sus programas de la televisión abierta y del sistema de televisión por cable, por lo que han «resistido la censura» recurriendo a las plataformas digitales.

Al menos 39 periodistas, un canal de televisión, dos programas televisivos y dos emisoras de radios de Nicaragua han recurrido ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por violación a la propiedad privada, y por daños y perjuicios, «al agotarse todos los medios para obtener justicia en Nicaragua», según Chamorro.

El también hijo del periodista Pedro Joaquín Chamorro, asesinado en 1978 por criticar al presidente y dictador Anastasio Somoza Debayle, aseguró que «si se confirma la negativa de la Corte Suprema, la demanda contra el Estado de Nicaragua será finalmente llevada ante la Corte Interamericana de Justicia».

Desde abril de 2018, Nicaragua vive una crisis sociopolítica que ha dejado al menos 328 muertos, según la CIDH, aunque organismos locales elevan la cifra a 684 y el Gobierno reconoce 200 y denuncia un supuesto intento de golpe de Estado.

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