Managua, 11 oct (EFE).- La opositora Coalición Nacional pidió este domingo a la Organización de Estados Americanos (OEA) que declare “ilegítimo” a Daniel Ortega, y a Rosario Murillo, tras denunciar la última agresión de sandinistas que dejó a una periodista en estado crítico. La ilegitimidad de Ortega es un tema que está siendo impulsado por varios grupos, a los que ahora se suma la Coalición Nacional.

“Esto hace imperativo que la próxima asamblea general de la OEA proceda a declarar la ilegítimidad de Ortega y de Murillo, propiciando se devuelva a la ciudadanía nicaragüense el ejercicio de su soberanía”, agregó la Coalición Nacional en una declaración pública.

El asedio y las amenazas de lo que llaman paramilitares sandinistas, que venían aumentando en los últimos días, contra los líderes de la oposición terminaron este domingo con un ataque a disidentes en el que la dueña del canal 100 % Noticias, Verónica Chávez, y el portavoz de la Unidad Nacional Azul y Blanco, Josué Garay, resultaron heridos, sin que la Policía intentara detener a los agresores, según los opositores.

Aunque las heridas de Garay fueron leves, Chávez debió ser ingresada en la unidad de cuidados intensivos de un hospital en Managua tras recibir una pedrada en la cabeza, informó su esposo, Miguel Mora, el también dueño del canal confiscado por el Gobierno hace 20 meses y quien estuvo en prisión entre 2018 y 2019 como “preso político”, según defensores de derechos humanos.

“Solicitamos a la OEA, a la comunidad democrática y a los organismos internacionales ejercer una efectiva protección del pueblo de Nicaragua, sometido a violaciones masivas y continuas de los derechos humanos por parte de un régimen ilegítimo, que incumple su propia Constitución y las obligaciones que le imponen la Carta Democrática Interamericana y los tratados en materia de derechos humanos”, resaltó la Coalición.

Los disidentes, quienes se refirieron al gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) como una “organización terrorista”, consideran que Ortega no tiene legitimidad por haberse mantenido en el poder con supuestos fraudes electorales desde su regreso en 2007, por ignorar las leyes de Nicaragua y por no regirse bajo los principios internacionales. La ilegitimidad de Ortega es reclamada tanto por origen como por ejercicio.

Los opositores han hecho pública su esperanza en que el 50 Período Ordinario de Sesiones de la OEA, previsto para los próximos días 20 y 21, los países del continente tomen una decisión que convenza a Ortega de dar paso a “la democracia” en Nicaragua.

El país centroamericano vive una crisis sociopolítica que, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), dejó 328 muertos en 2018, aunque ONG locales denuncian 684 víctimas desde abril de ese año.

Ortega, quien gobierna Nicaragua desde 2007, reconoce 200 muertos, y se declaró víctima de un “golpe de Estado fallido”.

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