Managua, 12 ago (EFE).- Una investigación del no gubernamental Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) sobre el incendio que afectó parte de la Catedral Metropolitana de Managua el 31 de julio pasado descartó que se haya sido un accidente, contrario a las conclusiones de la Policía.

El informe, divulgado este miércoles, determinó que, por las características del lugar y el comportamiento del fuego, la versión de la Iglesia Católica de que se trató de un «atentado» es más probable que la de un accidente.

De acuerdo con el Cenidh, medio litro de alcohol en un recipiente cerrado en combinación con una temperatura de 36,1 grados Celsius «no sería suficiente para producir una concentración suspendida para saturar» la Capilla de la Sangre de Cristo, donde ocurrió el incendio, que derritió una estructura de metal.

Según la investigación, elaborada por especialistas del Cenidh con apoyo de expertos independientes, el daño que ocasionó el fuego en un lapso de 10 minutos, desde su inicio hasta que fue apagado por los bomberos, solamente pudo causarlo una sustancia capaz de crear una temperatura de ignición superior a los 250 grados Celsius, algo que supuestamente no se logra con los materiales encontrados en la escena.

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ONG CRITICA INVESTIGACIÓN DE LA POLICÍA


El informe también asegura que, debido a la accidentada historia de Nicaragua, que ha sufrido desde terremotos hasta enfrentamientos armados internos, la capilla fue diseñada para conservar intacta la imagen de la Sangre de Cristo, de más de 382 años, lo que incluye la no concentración de vapores, ni más veladora que la de un cirio, que según las imágenes posteriores al incendio, de haber estado encendido, nunca estuvo en contacto con materiales combustibles.

El Cenidh sostiene que las investigaciones policiales no tuvieron «suficientes elementos, ni el rigor científico».

La ONG expuso aparentes malos cálculos realizados por la Policía, falta de criterios técnicos, ausencia de análisis de averías, así como una supuesta eliminación de evidencias.

Entre las evidencias, el Cenidh indicó que no se tomó en cuenta a todos los testigos, que señalaron que no sintieron olor a alcohol, y que el incendio fue provocado por un hombre con el rostro tapado, quien supuestamente lanzó un bulto hacia la imagen antes de salir corriendo por el orificio que quedó tras el robo de una verja días antes.

El informe de la ONG también refiere que inmediatamente después que se desató el fuego, y antes de que llegaran los bomberos, se presentaron «paramilitares y civiles en moto, que entraron y empezaron a tomar fotos», lo que no fue recogido en el informe de la Policía.

Sobre dos testigos que respaldaron la versión oficial, el Cenidh asegura que fueron llevados «de forma violenta e intimidatoria» por agentes para tomar sus declaraciones y que estas se efectuaron «bajo coacción y amenazas» en El Chipote, una sede de la Policía que ha sido denunciada como centro de torturas.

Los desencuentros entre el presidente Daniel Ortega y la Iglesia Católica se recrudecieron en 2018, cuando el mandatario llamó «golpistas» a los obispos en el marco de las manifestaciones antigubernamentales que ese año dejaron cientos de muertos, presos o desaparecidos. La Iglesia Católica en Nicaragua ha sufrido 24 ataques en un lapso de 20 meses, según el Cenidh, que responsabiliza a fuerzas oficialistas. EFE

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