Unas 500 personas, promovidas y asistidas por la Alcaldía de Managua en poder de la dictadura sandinista, realizaron este sábado una penosa y reducida celebración no oficial dedicada al Santo Patrono de Managua, Santo Domingo de Guzmán.
Con una réplica de la imagen del Santo y custodiados por la policía orteguista, los fanáticos iniciaron su recorrido por la mañana desde las Sierritas de Managua y recorrieron algunos kilómetros hasta disolverse antes de llegar a la iglesia local en Managua.
Cientos de personas desafiaron a la Iglesia católica y a la pandemia del #coronavirus en Nicaragua, al realizar una fiesta pagana en sustitución de la celebración popular en honor de Santo Domingo de Guzmán, el más venerado en Managua https://t.co/b6T3NPnvp3 pic.twitter.com/nYG3e11AF8
— EFE Noticias (@EFEnoticias) August 1, 2020
La mayoría, unas 200 personas, fueron llevadas en buses desde los diferentes distritos de Managua junto a bandas de músicos contratados por “feligreses“ y a lanzadores de pólvora dizque para amenizar el ambiente tradicional de la alegre bajada de la imagen.
A ellos se les sumaron vendedores ambulantes, curiosos, policías de la dictadura y chavalos de los semáforos que lavan vidrios o hacen malabares.
Desde los medios oficialistas y redes sociales al servicio de la dictadura, llamaron a la población a sumarse y acarrearon a algunas figuras tradicionales como el llamado Cacique Mayor, Oscar Ruiz, y uno que otros promesantes tradicionales que nunca fallan a la otrora fiesta popular.
Sin embargo, con no más de 500 participantes de toda Managua, fracasaron en comparación a las concentraciones anuales superiores a los 50,000 managuas que cada año celebran al Santo.
Desafiando el Covid-19 unos 400 promesantes de santo Domingo de Guzmán realizan el tradicional recorrido de Las Sierritas a Managua, algunas personas se van sumando a la romería. @laprensa pic.twitter.com/CPZULkE85s
— Oscar Navarrete (@navax1969) August 1, 2020
Con el grito de ¡Viva Santo Domingo! los supuestos feligreses acarreados hasta decían “viva el guaro“ y “abajo el coronavirus“.
Contraviniendo todas las medidas sanitarias, los supuestos feligreses también gritaban «sí se pudo» en referencia haber realizado la celebración, pese a la prohibición oficial de la Iglesia católica, que en prevención de la pandemia, tomó la decisión de suspender las fiestas religiosas por primera vez en décadas.
La policía de Ortega acompañó y protegió a los acarreados de la alcaldía de Managua, quienes hicieron el recorrido sin pena ni gloria.