El Departamento de Estado de Estados Unidos, siguió alzando la voz para que el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, sobre la situación del COVID-19 y esta vez hizo énfasis en la necesidad de liberar a los secuestrados políticos, que pueden estar afectados por la peste. 

El Subsecretario de Estado de los Estados Unidos para el Hemisferio Occidental, Michael G. Kozak, es quien ha estado por medio de su cuenta de Twitter, exigiendo más responsabilidad a la dictadura.

“El COVID-19 se esparce en las prisiones de Nicaragua, incluso entre presos políticos. El régimen de Ortega debería liberar a todos los presos políticos ya, brindarles atención médica y tomar medidas preventivas para detener la propagación del virus en las prisiones y en todo el país”, señaló Kozak en su mensaje.

El pasado lunes el mismo Kozak, había fustigado a Ortega y Murillo, exigiendo transparencia en la información sobre la pandemia.

«Existen numerosos y creíbles reportes de un mayor contagio de COVID-19 en Nicaragua que lo indicado por las cifras oficiales. Ortega debería ajustarse a la realidad que viven los nicaragüenses, cumplir las obligaciones de su mandato y proteger al pueblo de Nicaragua», expresó Kozak en un tuit.

Organismos internacionales, como CIDH, la Oficina del Alto Comisionado de la ONU sobre los Derechos Humanos, Amnistía Internacional, entre otros, han denunciado el secretismo del gobierno, el ocultamiento de los datos sobre el avance del virus.

Este martes, el Ministerio de Salud cumple siete días sin informar lo que ocurre, mientras las redes sociales divulgan fotos y videos de entierros sospechosos, nocturnos, sin familiares, sin deudos así como de informes de falsificación de las causas de muertes para ocultar que fue a causa del COVID-19. Médicos y especialistas afirman que la dictadura ha perdido el control completo de las cifras y apuesta a lo que se denomina «inmunidad de rebaño».

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