Las palabras de Daniel Ortega, que el 28 de septiembre calificó a la Iglesia católica de «dictadura perfecta», han debilitado aún más los vínculos entre Roma y Managua.
Las palabras de Daniel Ortega, que el 28 de septiembre calificó a la Iglesia católica de «dictadura perfecta», han debilitado aún más los vínculos entre Roma y Managua.