El estallido de abril ha sido «el grito más grande que se les ha dado en la cara», cuando creían tener controlado al país y rayado un cuadro sin alteraciones, procurando una sucesión dinástica, que fue frustrada de un tajo.
El estallido de abril ha sido «el grito más grande que se les ha dado en la cara», cuando creían tener controlado al país y rayado un cuadro sin alteraciones, procurando una sucesión dinástica, que fue frustrada de un tajo.