Miembros del grupo de los 222 nicaragüenses que fueron desterrados por la dictadura sandinista el 09 de febrero de 2023, hicieron un llamado urgente a los Estados Partes de la Convención para Reducir los Casos de Apatridia, a que inicien una acción judicial contra el régimen ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ).
Por medio de un comunicado a propósito del segundo aniversario de su salida forzada de Nicaragua, los firmantes hacen referencia a la nefasta política de estado que el régimen sandinista emplea contra opositores y toda persona que se le ocurra que debe quedar fuera del país, decretando una apatridia de facto.
«El Estado nicaragüense se ha convertido en una auténtica fábrica de apátridas, vulnerando de manera sistemática el derecho de miles de ciudadanos a una nacionalidad», dice el comunicado de miembros de los 222, señalando a la vez que esta grave violación del derecho internacional ha provocado el sufrimiento de innumerables nicaragüenses que han sido arbitrariamente desnacionalizados o a quienes se les ha prohibido regresar a su tierra natal.

«Es imperativo que los Estados firmantes del tratado hagan valer sus compromisos y actúen para detener esta tragedia humanitaria, defendiendo los principios universales de dignidad, identidad y pertenencia», indican.
Dos años después «nuestra situación sigue siendo frágil»
De igual manera luego de agradecer a quienes se vieron involucrados directa e indirectamente en su excarcelación y reasentamiento en Estados Unidos y otros países, señalan que dos años después las cosas no son fáciles.
«A dos años de nuestra excarcelación, nuestra situación continúa siendo sumamente frágil. Más de 35 de nuestros hermanos mayores de 60 años enfrentan serios problemas de salud, carecen de redes de apoyo familiar y encuentran enormes dificultades para reintegrarse social y laboralmente, lo que les impide alcanzar la autosostenibilidad financiera. A esto se suma el dolor de quienes aún no han logrado la reunificación familiar con sus cónyuges, hijos e hijas», dice el comunicado.
Recuerdan que los 222 desterrados han sufrido persecución por sus posiciones políticas en contra de una dictadura «que cómo bien la ha definido el Secretario de Estado Rubio, es enemiga de la humanidad. Indican que han solicitado peticiones de asilo de acuerdo a las leyes del país en que se encuentran, además de sustentadas con evidencias creíbles, por lo que confían en que estas peticiones serán consideradas con la pertinencia que corresponde.
Llaman a apoyar a los que se quedaron en Guatemala
Asimismo en el comunicado piden a los países amigos para que apoyen de manera inmediata la reinserción de los más de 30 nicaragüenses desnacionalizados (del grupo de los 135) que aún permanecen en Guatemala, así como de los cientos de nicaragüenses que han sido arbitrariamente impedidos de regresar a su patria; convirtiéndose en apátridas de facto por un régimen que desconoce los principios más básicos del derecho internacional, sumiéndolas en el desarraigo y la incertidumbre.
En el comunicado de los miembros de los 222 a a la vez urgen a la comunidad internacional a intensificar la presión sobre la dictadura sandinista para lograr la liberación inmediata de las decenas de presos políticos que permanecen injustamente encarcelados en condiciones inhumanas, sufriendo tratos crueles y degradantes, en abierta violación de sus derechos fundamentales. I
Agregan que se debe presionar para que se respeten los derechos fundamentales de los nicaragüenses, cómo son el derecho al voto, a la libertad de expresión, la igualdad ante la ley, al debido proceso, de asociación, de movimiento, de reunión y la libertad de religión. «En particular, continuamos expresando nuestra solidaridad con la Iglesia Católica por la despiadada persecución de la que han sido objeto, así como de pastores evangélicos», dice el documento en el que se le rinde honor al recuerdo de Michael Healy, fallecido luego de la excarcelación y destierro.