La dictadura sandinista de la familia Ortega-Murillo desterró la madrugada de este jueves a 135 presos políticos de Nicaragua a Guatemala.
Así lo confirmó Estados Unidos y el gobierno de Guatemala, quienes expusieron que la operación humanitaria se logró por gestiones del Gobierno de Joe Biden y Kamala Harris.
Los excarcelados, que permanecían en distintas prisiones del país en condiciones infrahumanas, ya han arribado a suelo guatemalteco en condición de desterrados.
«La Administración Biden-Harris consiguió hoy la ‘libertad’ de 135 prisioneros políticos injustamente encarcelados en Nicaragua por motivos humanitarios», dijo Estados Unidos en un comunicado.
«Nadie debería ser privado de su libertad por ejercer pacíficamente sus derechos esenciales», destacó un comunicado oficial de la Casa Blanca.
Religiosos, estudiantes, empresarios desterrados
Entre los exacercelados se encuentran 13 integrantes de la organización religiosa Puerta de la Montaña, con sede en Texas, además de laicos católicos, estudiantes y otras personas que el régimen Ortega-Murillo percibe como una amenaza para su dictadura.
El comunicado también señaló que Estados Unidos brindará a los excarcelados la oportunidad de solicitar asilo o alternativas legales de residencia en ese país u otros a través de la iniciativa de Movilidad Segura o Parole.
El presidente estadounidense, Joe Biden, y la vicepresidenta Kamala Harris agradecieron al mandatario guatemalteco Bernardo Arévalo por su apoyo en la región y su compromiso con los derechos humanos y la libertad democrática.
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Guatemala da la bienvenida a ex presos políticos
El régimen de Ortega no ha emitido declaraciones sobre este nueva expatriación masiva de presos políticos.
El presidente de Guatemala les dio la bienvenida a través de su cuenta en X.
En febrero de 2023, Nicaragua desterró a 222 prisioneros políticos que fueron expulsados a Estados Unidos y desnacionalizados y confiscados sus bienes.
Mientras que en enero de 2024, el obispo de Matagalpa, monseñor Rolando José Álvarez, junto a otros 18 religiosos, fueron expulsados al Vaticano.
Destierro es crimen de lesa humanidad
Otros siete sacerdotes más fueron expulsados a Roma en agosto pasado, luego de ser secuestrados por la policía del régimen.
La comunidad internacional, liderada por Estados Unidos, ha reiterado sus exigencias al régimen sandinista para que cese las detenciones arbitrarias de ciudadanos por ejercer sus libertades fundamentales.
No obstante, la dictadura ha mantenido su silencio frente a estos reclamos, mientras la represión persiste.
Organizaciones de derechos humanos han calificado los destierros de Nicaragua como crímenes de lesa humanidad, según el marco jurídico de los estatutos de Roma que rigen la Corte Penal Internacional.
Dictadura ofreció «combo» de presos políticos
El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, agradeció al gobierno guatemalteco por su apoyo y reiteró que, a pesar de la excarcelaxión, el régimen Ortega-Murillo sigue cometiendo violaciones de derechos humanos, reprimiendo a opositores y confiscando sus bienes.
El comunicado conjunto entre EE.UU. y Guatemala subrayó el derecho de todos los ciudadanos a ejercer sus libertades fundamentales y reiteró el compromiso de ambos países de apoyar a los nicaragüenses que buscan democracia y libertad.
Las negociaciones, que se extendieron por varios meses, eran para liberar a los 13 pastores de la organización religiosa Puerta de la Montaña, pero la dictadura presionó por desterrar a los demás.
Finalmente culminaron con el traslado de los presos a Guatemala, donde se les brindará la oportunidad de solicitar vías legales para reconstruir sus vidas en EE.UU. o en otros países.
Galería de los desterrados a Guatemala: