Por Café con Voz
En medio de la pandemia de coronavirus que ya ha causado la muerte de más de 2,000 personas en Nicaragua y que ha alejado a los estudiantes de las aulas, la dictadura que encabezan lo ancianos Daniel Ortega y Rosario Murillo están a los padres de familia a enviar a sus hijos de vuelta a las escuelas a partir del 21 de julio.
Así lo anunció Murillo en sus monólogos de poca audiencia que transmiten los medios bajo administración de su familia.
“Seguimos con el reforzamiento escolar a través de las teleclases y estamos trabajando para que el 21 de julio retomemos las clases presenciales y todos vayamos en mejores condiciones para que año culmine con éxito”, anunció la vicedictadora.
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Expone a 1.8 millones de estudiantes al contagio
Son al menos un millón ochociento mil estudiantes de colegios públicos y privados de preescolar hasta secundaria en Nicaragua, quienes desde marzo de 2020 se han ido ausentando de las aulas por temor de sus familias a ser contagiados del Covid-19.
A nivel mundial, Nicaragua es uno de los tres países que se ha negado a suspender las clases por el Covid-19, aunque las aulas estén vacías por la resistencia familiar a no enviar a clases a sus hijos.
Esta decisión, según datos de la Unidad Sindical Magisterial, ha provocado hasta 35 muertes entre el cuerpo de docentes hasta el 30 de junio, en el contexto de la epidemia.
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Año escolar 2020 está perdido
El año escolar está «prácticamente perdido» en Nicaragua a causa de la pandemia de coronavirus, ya que los padres de familia se han resistido a enviar a sus hijos a los colegios, mientras las teleclases, impartidas por el Ministerio de Educación, no han despertado interés entre los estudiantes, valoró este jueves la Unidad Sindical Magisterial.
A pesar de que el Ministerio de Educación no ha suspendido las clases presenciales, la asistencia escolar es menor al 10 % desde mediados de marzo pasado, cuando se reportó el primer caso positivo de Covid-19, dijo a medios de comunicación la presidenta de la Unidad Sindical, Lesbia Rodríguez.
«Prácticamente el año (escolar) está perdido. Los padres tomaron una buena decisión, de dar prioridad a la vida de sus hijos», anotó.
Teleclases insuficientes
La ausencia de alumnos en las escuelas estatales tras apenas dos meses de clases, y el hecho de que no se vislumbre una pronta salida a la crisis sanitaria, significa que estos se perderán el contenido didáctico de 2020, con lo cual no es posible promoverlos al siguiente año lectivo, y deben empezar el curso escolar de 2021 donde estaban hasta marzo pasado, consideró Rodríguez.
Las teleclases, que desde la semana pasada se imparten por los canales televisivos estatales y la radioemisora oficial, tampoco son una solución, primero, porque durarán tres semanas, y luego, por una aparente falta de preparación, según la dirigente sindicalista.