La dictadura de Daniel Ortega permitió que la imagen de la Virgen de La Merced de León recorriera las calles de esta ciudad, pero confinó en su templo a la misma imagen en la Catedral de Matagalpa.
Para muchos, la feligresía leonesa se unió ejerciendo presión e hizo posible que la imagen de la Virgen de Merced, saliera de su templo y recorriera las calles de León, en el occidente de Nicaragua. Para otros, la dictadura solo confirmó su simpatía con el obispo René Sándigo Jirón a quien acusan de ser también un aliado de los represores.
En tanto en Matagalpa, este domingo, los devotos matagalpinos de la Virgen de la Merced, patrona también de esa Diócesis, la celebraron por segundo año consecutivo dentro de la Catedral de esa ciudad, porque la dictadura prohibió la realización de su tradicional y multitudinaria procesión por las principales calles de este departamento.
Contentos en León
En León, los católicos estaban contentos este domingo. Se desbordaron para venerar a su imagen amada, aún cuando el contexto que vive la iglesia católica, los sacerdotes y devotos es de persecución y encarcelamiento. La crisis que atraviesa la iglesia católica, incluye la prohibición de la dictadura de Ortega y Murillo de todas las procesiones excepto la de Santo Domingo de Guzmán en Managua y ésta ahora en León.
“Ha sido un excelente trabajo el que ha hecho nuestro rector el Padre Mauro y todas las comunidades de la parroquia para celebrar a La Merced, a quien pedimos siga bendiciendo y protegiendo a la iglesia, fieles, y a todos los sacerdotes perseguidos y encarcelados, en especial por monseñor Rolando Álvarez para que logre pronto su libertad y siga haciendo su misión evangelizadora”, expresó por su lado el católico Ángel Vega.
Más de un centenar de altares adornaron las avenidas principales por dónde pasó la patrona de los leoneses, y Primera Comisionada Emérita de la Policía Nacional, a quien este año, la misma institución asedió y prohibió su tradicional peregrinación previo a la procesión de este domingo.
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La radiante y antigua imagen de Nuestra Señora de la Merced de León fue traída desde España en el siglo XII por el mercedario Fray Francisco de Valdivieso, y Pedro Arias de Ávila. Se remonta su devoción a León Viejo en 1528, vestía una túnica blanca, con amplia capa y escapulario bordado de oro, y a la altura del pecho, el escudo de la orden. Su carroza fue adornada con más de mil rosas de diferentes colores y cargada por unos 45 promesantes en esa maternal dedicación.
Este año, el cortejo procesional fue encabezado por monseñor René Sándigo Jiron, el obispo que señalan de cercano al régimen de Daniel Ortega, pero que guarda silencio ante las medidas de persecución, encarcelamiento y destierro que sufren los sacerdotes de su diócesis.
Por un día, aires de libertad de culto en León
Abarrotadas, así se mostraron las calles del centro histórico de la ciudad de León, durante el cortejo procesional de la imagen de Nuestra Señora de La Merced, acompañada por cientos de católicos y devotos.
La imagen de la excelsa patrona de los leones bajó del retablo del Santuario Diocesano a las 12:00 del mediodía de este domingo, después de la celebración de la Santa Misa. El pueblo católico de León vivió uno de los momentos más emotivos, de aires de libertad y un esperado 24 de septiembre, para venerarla, saludarla con un tradicional pañuelo de color blanco y a todo pulmón cantar el himno de La Salve, y otros cánticos previos a su salida al cortejo procesional.
“Esto es una muestra que el pueblo es cien por ciento mariano, católico y que no hay poder alguno que cambie la fe cristiana de los nicaragüenses. Estoy eternamente agradecida por el milagro que la virgen ha hecho para que podamos vivir esta tradición religiosa”, dijo por su lado Arlen Hernández, miembro del patronato.
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En Matagalpa, encerrada…
Pero en Matagalpa el escenario fue otro. Los devotos de la Virgen de la Merced, patrona de la Diócesis de Matagalpa, celebraron a su patrona por segundo año consecutivo dentro de la iglesia Catedral, porque la dictadura prohibió que salieran con la imagen por las principales calles de la ciudad.
Como una estrategia de espionaje y un cerco de control, la Alcaldía de Matagalpa, liderada por Sadrach Zeledón Rocha, sancionado por Estados Unidos en 2021 y Reino Unido en 2022 por estar involucrado en actos represivos contra la sociedad civil en 2018, realizó en los alrededores de Catedral la denominada “Feria del Maíz”, colocando una tarima, juegos mecánicos y toldos para la venta de diferentes productos, cerrando por completo el tráfico vehicular en esa zona y obstaculizando el paso de los peatones.
Una publicación de la página de Facebook de la Alcaldía de Matagalpa, detalla que en la feria hicieron la elección de la reina del maíz, realizaron carreras de cinta, entre otras actividades, mientras los feligreses fueron obligados a quedarse encerrados dentro de Catedral, donde se celebró la misa solemne a las 10 de la mañana y después presenciaron un pequeño homenaje a la Virgen “redentora de cautivos”.
La misa fue celebrada por monseñor Carlos Enrique Herrera, obispo de la Diócesis de Jinotega y presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) y celebrada por algunos sacerdotes de la Diócesis de Matagalpa.
El matagalpino y exaspirante a la presidencia, Félix Maradiaga, opinó que “la censura de la dictadura a una expresión pública de fe tan arraigada en la mayoría de las familias de Matagalpa, es un ataque frontal a la libertad religiosa y por tanto, una flagrante violación de los derechos humanos. La feligresía respondió con dignidad llevando a cabo la celebración en el interior de los templos católicos, algo inédito en la historia de Matagalpa”, recordó.
“Los Ortega-Murillo en su vanidad desmedida buscan someter incluso las creencias más íntimas de un pueblo, revelando así su arrogancia y su falta de humanidad. La búsqueda desesperada de control por parte de la dictadura revela su vacío interior y su desprecio al pueblo nicaragüense”, expresó Maradiaga.
Más de 3 mil actos prohibidos
La Virgen de la Merced, conocida también como Virgen de la Misericordia, cumplió 25 años de haber sido declarada patrona de la Diócesis, conformada por 13 municipios del departamento de Matagalpa. Una Diócesis víctima de la guerra frontal que Ortega mantiene contra la iglesia católica.
A Ortega no le bastó con encarcelar a monseñor Rolando Álvarez desde el 4 de agosto de 2022 y desterrar a sacerdotes y colaboradores de los medios de comunicación católicos, los cuales fueron encerrados ese mismo año por una ordenanza estatal. También acorraló la imagen de la Virgen y a sus devotos y los dejó confinados en el templo.
“Somos prisioneros porque no podemos realmente alzar nuestra voz para cantarle a la Virgen y hacer su procesión que toda la vida se ha hecho”, expresó al medio Mosaico CSI, una feligrés que se identificó como Marisol.
En tanto, la dictadura mantiene preso al laico Freyling Moreno Ponce, quien fue encarcelado el pasado 1 de junio, y al padre Jaime Iván Montesinos, titular de la parroquia Juan Pablo II en Chagüitillo, Sébaco, de la Diócesis de Matagalpa, capturado el pasado mes de mayo.
Esta procesión en Matagalpa, se une a las que Ortega prohibió en Semana Santa de 2023. La dictadura ha cancelado 3,176 procesiones en todo el país, según el informe “Nicaragua: ¿Una Iglesia Perseguida?”, de la investigadora Martha Patricia Molina.
En el informe, Molina señala que con estas acciones el régimen está vulnerando una vez más el artículo 29 de la Constitución Política de Nicaragua que establece que: “Toda persona tiene derecho a la libertad de conciencia, de pensamiento y de profesar o no una religión. Nadie puede ser objeto de medidas coercitivas que puedan menoscabar estos derechos”.