A través de un comunicado en el sitio web de la Organización de Estados Americanos, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) llamó a la dictadura sandinista a cesar la persecución contra la Iglesia Católica de Nicaragua y a liberar a todos los secuestrados políticos.
La CIDH se pronunció días después del secuestro del sacerdote Osman José Amador, integrante de la Diócesis de Estelí y exdirector de la organización Cáritas Estelí, quien fue detenido mediante el uso de la fuerza por agentes del Estado.
“La CIDH observa con preocupación que, a la fecha, 8 sacerdotes permanecen privados de libertad. Entre ellos, el monseñor Rolando Álvarez, quien se encontraría en condiciones deplorables de detención, incomunicado y con afectaciones a su salud, como quedó evidenciado en la visita de sus familiares el pasado 25 de marzo”, señala la CIDH
Asimismo, menciona a los sacerdotes Eugenio Rodríguez Benavides y Leonardo Guevara Gutiérrez, quienes estarían privados de la libertad y bajo investigación por su trabajo en Cáritas Estelí.
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Sin embargo, luego de su captura se informó que supuestamente estos abrían sido puestos en libertad, pero que continuarían bajo el proceso de investigación de la dictadura. La Diócesis de Estelí informó que ambos religiosos fueron trasladados a una “casa de formación” de la Iglesia Católica en Managua para “esperar” la culminación del proceso investigativo en su contra. No obstante, no existe más información al respecto.
Desde el 2022, la CIDH advirtió que la persecución contra la Iglesia Católica continúa agudizándose en un contexto de cierre del espacio cívico y democrático. El organismo asegura que existen hechos consistentes en la detención arbitraria, encarcelamiento y expulsión del país de sacerdotes y religiosas sin garantizar el debido proceso, así como la expropiación de sus bienes.
En el mes de mayo de 2023, el Estado ordenó el congelamiento de las cuentas bancarias de al menos tres de las nueve diócesis de la Iglesia católica por presuntos hechos ilícitos vinculados con lavado de activos y «Traición a la Patria».
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“La CIDH recuerda que la Convención Americana sobre Derechos Humanos reconoce el derecho de todas las personas a la libertad de conciencia y religión, lo que conlleva «la libertad de profesar y divulgar su religión y sus creencias, individual o colectivamente, tanto en público como en privado”, señaló la CIDH
Al respecto, la CIDH ha señalado que un espacio cívico abierto, libre y plural constituye una condición esencial para garantizar que las personas tengan la libertad de profesar, manifestar y practicar su religión o creencias sin discriminación.
“La Comisión exhorta al Estado de Nicaragua a cesar las afectaciones a la libertad religiosa, la persecución a la Iglesia católica y a liberar a todas las personas privadas arbitrariamente de su libertad”, concluye.