El dictador Daniel Ortega, atacó nuevamente a la Iglesia Católica y en particular a monseñor Rolando Álvarez, uno de los 38 secuestrados políticos que el tirano negó una vez más que existan y hasta pidió una lista de los mismos.
Ortega salió de El Carmen a reunirse con una delegación de China, evento en el que aprovechó para pedir la expulsión de Taiwán del Sistema de Integración Centroamericano (SICA) por considerarla «una base militar de los Estados Unidos» e insistió con el ingreso de Rusia como obervador del organismo.
El añejo dictador con su rostro más inflamado, apareció acusando una vez más a organismos de Estados Unidos y la Unión Europea de mantener una supuesta «campaña de infamia y calumnia”, que busca debilitar a Nicaragua, que incluye la demanda de liberación de los presos políticos, que según él no existen.
Nuevo ataque a la Iglesia Católica
Ortega repitió durante un encuentro que sostuvo, en Managua, con Luo Zhaohui, presidente de Agencia China de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Cidca), que los obispos estaban involucrados en el supuesto «golpe de Estado», a como califica las protestas de abril de 2018, provocadas por su inoperancia ante la quema de la Reserva Indio Maíz, la reforma al Seguro Social y su brutal y criminal represión.
«Tenían de vocería a algunos líderes religiosos no todos, algunos líderes religiosos, como el famoso obispo de Estelí, cuyo nombre dice mucho, monseñor (Abelardo) Mata, era de los que atacaban abiertamente al Gobierno cuando estábamos en la época de convergencia. Otro obispo, como el de Matagalpa (Rolando Álvarez) se dedicaba a andar boicoteando y saboteando las actividades económicas y productivas en Matagalpa, y así habían unos cuantos sacerdotes que no aceptan la revolución porque venían del somocismo y porque son agentes del imperialismo», dijo el tirano.
Además cuestionó el papel de los líderes religiosos quienes sirvieron como mediadores durante el primer intento de Diálogo Nacional tras las protestas ciudadanas de 2018.
«Todos los obispos de la Conferencia (Episcopal) de Nicaragua nos pidieron una reunión, los recibimos y nos llegaron a leer un ultimátum para que desmontáramos todos los poderes del Estado (…) que nos daban una semana de plazo, los tuvimos de frente leyéndonos su pronunciamiento firmado por todos ellos, donde el obispo de Matagalpa era el que asumía el liderazgo, desde cuándo los obispos tienen autoridad para andar decidiendo quién gobierna y quién no gobierna», cuestionó.
Además negó que hayan más secuestrados políticos, luego que desterró a 222 en febrero pasado. “Teníamos más de 200 presos, que ellos llamaban presos políticos, que no eran más que terroristas; entonces en febrero como los Estados Unidos son los que más gritan por los presos políticos les dijimos llévenselos, ahí están, mandaron un avión y ahí se fueron los 222, y ahora están inventando que hay más presos políticos, les digo a esos Gobiernos junto a los Estados Unidos que nos pasen la lista que ahí se los vamos a mandar“, manifestó.
Ortega el «coyote» traidor
Ortega que se sentía orgulloso del apoyo de Taiwán, mientras el aislamiento internacional crecía contra su dictadura en 2019, aprovechó el encuentro con sus nuevos «patrocinadores» chinos, para arremeter contra quienes le dieron centenares de millones de dólares y hasta los calificó de «base militar de Estados Unidos».
Ortega dijo que solo Guatemala y Belice se oponen a la expulsión de Taiwán del Sistema de Integración y demandó la incorporación de Rusia como «observador» del organismo regional.
«Es absurdo que donde hay una una mayoría de países que tiene relaciones con la República Popular de China y que en el Sistema de Integración Centroamericana se mantenga Taiwán que solo lo reconocen dos países, entonces, por otro lado quieren bloquear la integración de naciones como Rusia que tiene relaciones con todo Centroamérica, entonces aquí no hay mas alternativa y le dejamos claro a Guatemala y Belice que el SICA no puede seguir admitiendo a Taiwán dentro de su sistema», declaró Ortega.
En su discurso Ortega acusó a Taiwán de enviar armas a Nicaragua en 1980 durante la guerra civil para armar a la Contra, por órdenes de los Estados Unidos y por tanto consideró que debe estar fuera del SICA.
“Somos seis países, queda solo, ya Guatemala y Belice que lo que tienen es una relación con una base militar yanqui, ahí no hay ningún estado, ningún gobierno”, sostuvo. «Esa base militar que se llama Taiwán (…) tiene que ser retirada, expulsada del SICA», insistió.
Los gringos, otra vez
No podía faltar en el ya conocido y mohoso palabrerío de Ortega, el ataque contra Estados Unidos, a quien acusó de financiar la rebelión de Abril.
«Los Estados Unidos siempre han querido controlar a Nicaragua, tomarse a de Nicaragua, ocupar Nicaragua. Continúan con sus planes, continúan conspirando, financiando con mil millones de dólares los instrumentos de la agresión y la guerra que ellos preparan para intentar de nuevo un golpe de Estado, pero el pueblo está convencido que eso no se puede permitir, no se puede repetir», afirmó.
Ortega también señaló a los países de la Unión Europea de formar parte de ese intento de golpe, pero no hizo ninguna referencia a la brutal represión contra las protestas ni a los crímenes de lesa humanidad cometidos por su régimen.
La visita del presidente de Agencia China de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Cidca), ocurre días después que una filtración de documentos del Pentágono revelada por The Washington Post confirmara la preocupación de Estados Unidos por el activo papel que juega la diplomacia china en América Latina, en especial ahora que Rusia tiene casi toda su atención centrada en su imposibilidad para cumplir sus objetivos militares en Ucrania.
Según ese mismo documento, la dictadura “probablemente consideraría ofrecer acceso naval a Beijing a cambio de una inversión económica”, lo que ha estado en el centro de su interés de manera infructuosa, desde que se tomó la decisión de romper relaciones con Taiwán para establecerlas con la República Popular China.
Además se conoció en otro documento filtrado que Irán también ofreció ayuda militar a Nicaragua, en una visita realizada por un alto funcionario de Teherán a Managua en febrero pasado. Irán y Nicaragua discutieron cooperación militar, según documentos filtrados