La congresista María Elvira Salazar, del Subcomité del Hemisferio Occidental del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, dijo al dictador Daniel Ortega “que sus días están contados” y que no es lo suficientemente poderoso para acabar con la Iglesia Católica.
“Le haría muy bien a usted, dictador Ortega, recordar que la Iglesia Católica a lo largo de la historia ha vencido a demonios muchísimo más grandes que usted y que a su esposa, la satánica Rosario Murillo, debe ser humillante, que todos sepan que usted, a pesar de su título de Presidente, ella es la que tiene el verdadero poder”, dijo Salazar en una audiencia “La guerra del régimen de Ortega-Murillo contra la Iglesia Católica”, en la que participaron los exaspirantes Juan Sebastián Chamorro y Félix Maradiaga.
“Por eso no sorprenderá a nadie que usted es un hombre demasiado pequeño para acabar con una institución tan grande y legendaria de 2000 años como es la Iglesia Católica”, dijo Salazar.
Además, refirió que cuando se acabe su etapa en el poder, deberá devolver todo lo robado.
“(Usted) ha sido pesado en la balanza de Dios y no pasó la prueba y todo lo que se ha robado del pueblo de Nicaragua se convertirá en añicos”, añadió.
A la vez, instó a la administración de Joe Biden a tomar más medidas de presión contra la dictadura sandinista.
“La administración Biden debe tomar medidas, la Casa Blanca debe comunicar a los inversionistas estadounidenses el peligro de hacer negocios en Nicaragua y el peligro número uno es que te expropien y pierdas tu dinero”, añadió.
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Maradiaga y Chamorro
Por su parte, el exaspirante presidencial, Félix Maradiaga, aseguró que Daniel Ortega se ha convertido en una amenaza regional.
«Ortega constituye un claro peligro no solo para la gente de Nicaragua, sino también para el hemisferio. Es una reliquia de la Guerra Fría y encarna un legado de opresión contra la humanidad», sostuvo Maradiaga.
Juan Sebastián Chamorro, también ex aspirante presidencial, relató que las agresiones contra la Iglesia Católica arreciaron a partir del estallido social de abril de 2018.
“A ortega no le gustan las críticas a su gestión. Esto se viene acentuando desde 2018. Ortega no había tocado a los religiosos, aunque el exilio de Monseñor Silvio Báez fue un primer ataque a la Iglesia Católica”, señaló Chamorro.
“Ortega fue elevando el tono del discurso hasta poner en casa por cárcel a Monseñor Rolando Álvarez. Es una especie de odio y un rechazo total a ser criticado”, dijo Chamorro.
Silencio, prisión o exilio
En tanto, Deborah Ullmer, directora para América Latina del Instituto Nacional Demócrata, refirió que la política de la dictadura es la represión.
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“Las políticas de la cúpula de Daniel Ortega es el silencio, la prisión o el exilio forzado”, dio Ullmer, quien añadió que su esposo, el director de Expediente Público, Javier Meléndez, es uno de los 94 despatriados.
“Nicaragua se convierte en un riesgo para Estados Unidos por la profundización de sus relaciones con China y Rusia. Cada vez se convierte en más autocrática”, señaló.
Finalmente, la defensora de Derechos Humanos, Bianca Jagger, alertó sobre la situación de desaparición del Obispo de Matagalpa, Monseñor Rolando Álvarez y demandó que la dictadura de una prueba de vida del religioso.
“Una vez más, demando que el régimen Ortega Murillo de una prueba de vida del Obispo Rolando Álvarez”, dijo Jagger.
“Quiero demandar que me permita ir a Nicaragua a visitar la cárcel y al Obispo Álvarez. En 1979, Somoza me permitió ingresar a las cárceles, hoy sería por Monseñor Rolando Álvarez. Él, que se dice ser cristiano, no ha permitido que la Cruz Roja, familiares y nadie ingresen a visitarlo”, añadió.