Un grupo de neocatecúmenos extranjeros de la Arquidiócesis de Managua están pidiendo regresar a sus países de origen, tras ser ordenados como sacerdotes en Nicaragua, afirmó este domingo el cardenal Leopoldo Brenes.
Brenes detalló que un grupo de 11 seminaristas fueron ordenados sacerdotes de la Arquidiócesis de Managua el sábado; sin embargo, no todos servirán en la jurisdicción, según el purpurado, debido a que los extranjeros han solicitado no servir en Nicaragua, aparentemente debido a la persecución de la dictadura contra la iglesia católica.
En la homilía dominical, transmitida en las redes sociales de la Arquidiócesis de Managua, Brenes no especificó la cantidad de neocatecúmenos extranjeros que han optado por la excardinación, pero sostuvo que una parte “de los sacerdotes que han salido del seminario, de los catecúmenos ordenados aquí, han querido regresar a sus países, entonces eso merma un poquito el número”.
Leer además: Algunos nicaragüenses aceleran trámites para «parole humanitario», otros muestran preocupación
Brenes dijo no tener inconvenientes en el desarraigo de los neocatecúmenos extranjeros, “lo importante es servir”, aseguró.
Las relaciones entre la Iglesia católica y la dictadura de Daniel Ortega, se han destacado por roces continuos.
Las diferencias entre los católicos y Ortega se agudizaron en 2018, cuando los religiosos abrieron sus puertas a manifestantes antigubernamentales que huían de ataques armados de policías y “paramilitares”, en el estallido social más grande del país en casi medio siglo.
Le puede interesar: Declaración de Buenos Aires «es una lista de deseos»
En el último año la dictadura ha llevado a prisión a un obispo, siete sacerdotes y dos colaboradores de la diócesis de Matagalpa, cerrado nueve estaciones de radio católicas y sacado de la programación de la televisión por suscripción a tres canales católicos, e impedido procesiones y romerías.
La comunidad católica representa un 58,5 % de los 6,6 millones de habitantes de Nicaragua, según el último censo nacional.