La Declaración de Buenos Aires, de 111 puntos en un documento de 28 páginas, que cerró la VII Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), “es una lista de deseos” a criterio de dos diplomáticos consultados por Café con Voz.

La declaración firmada el pasado 24 de enero, esstablece  el supuesto  compromiso de la región por avanzar en el proceso de integración en la diversidad, pidió poner fin al «bloqueo» en Cuba y saludó el diálogo en Venezuela.

Sin embargo, el evento se realizó en medio de críticas y la ausencia de los dictadores de Cuba, Nicaragua y Venezuela.

Además, la cumbre logró el consenso para afirmar el compromiso de los miembros para «avanzar con determinación en el proceso de integración, promoviendo la unidad y la diversidad política, económica, social y cultural».

La exembajadora de Argentina ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Paula Bertol, criticó lo que calificó como “lista de deseos”, en referencia a los puntos abordados en la sesión.

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“Ese documento es increíble, lleno de buenos deseos y una vez más, repiten el tema de que no podemos meternos en los asuntos de otro país porque son autónomos. Pero la verdad es que la Carta Democrática es muy clara hablando de que cuando la OEA o los países vecinos, ven que se está violando la democracia, hay una teoría que va por sobre la de la no intervención”, señaló Bertol en entrevista a Café con Voz.

Mariano Caucino, exembajador de Argentina en Costa Rica e Irán, también cuestionó la actitud del gobierno de Alberto Fernández de proteger y legitimar a las dictaduras.

“Nosotros hemos cuestionado esta actitud del gobierno argentino, primero por la postura que adoptó buscando presidir de la Celac Alberto Fernández hace ya un año en una iniciativa para precisamente convertir ese mecanismo ese foro de países en una plataforma para proteger y avalar a las dictaduras”, señala.

Caucino señaló que la Celac fue creada durante el auge del Socialismo del Siglo 21 con el objeto de apartar a Estados Unidos, a Canadá y de debilitar al Sistema Interamericano natural de la OEA.

“Y así fue el propósito de Alberto Fernández en un inicio para buscar esa posición”, destacó.

“El gobierno argentino ha convertido en una verdadera plataforma de protección política y diplomática para las tres dictaduras que hay en las Américas, para Cuba, Venezuela y Nicaragua; y se han callado absolutamente con los excesos muy graves que se están produciendo en Bolivia, un país que está al borde de convertirse en la cuarta dictadura de las Américas”, señaló.

Críticas a Fernández por legitimar dictaduras

La inauguración de la Cumbre de la CELAC volvió a dejar en evidencia la afinidad que existe entre el gobierno argentino, hoy encabezado por Alberto Fernández y Cristina Kirchner, con las dictaduras que lideran el nicaragüense Daniel Ortega, el cubano Miguel Díaz Canel y el venezolano Nicolás Maduro.

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En el discurso de apertura del evento que se realizó en Buenos Aires, el jefe de Estado anfitrión primero invitó a sus pares a luchar contra “los bloqueos” que sufren algunos países de la región: “Son un método muy perverso de sanción, no a los gobiernos sino a los pueblos. Por lo tanto, no podemos seguir permitiéndolo”.

“Lo que es inaceptable es que el presidente de Argentina en la sesión de apertura de la Celac dijera que todos los gobiernos allí representados habían sido elegidos por sus pueblos, como avalando que fueran gobiernos democráticos”, señaló al respecto, Caucino.

Argentinos “con vergüenza ajena”

En tanto, Bertol destacó que existe “vergüenza” entre los argentinos por la invitación a la Celac a dictadores y la defensa de Fernández a los mismos.

“Muchos argentinos sentimos vergüenza ajena porque se invitó a dictadores como Ortega, como el presidente de Cuba o como Nicolás Maduro. Fue una reunión más de amigos ideológicamente a fines que de una institución que complementa a la OEA”, dijo Bertol.

Finalmente, Bertol dudó que Ortega y Murillo asistieran a Argentina debido al proceso penal en su contra en el país sudamericano.

“Todos sabíamos que de entrada Ortega ni Murillo iban a pisar el suelo argentino. Prácticamente tampoco Ortega sale porque todos estos narco dictadores tienen mucho miedo de ser atrapados en países que están sólidos con la defensa a los derechos humanos. Los argentinos nos sentimos orgullosos porque Maduro, que estaba invitado, dijo que no venía”, señaló Bertol.

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