La Comunidad Internacional podría hacer más para evitar que los regímenes autoritarios se extiendan por la región . A criterio del exembajador de Panamá en la OEA, Guillermo Cochez, la comunidad internacional se encuentra dividida debido a graves conflictos internos en cada país.
A criterio de Cochez, la dictadura de Daniel Ortega, cada vez se aísla más de la comunidad internacional y de sus propios aliados, quienes también se muestran con posturas confusas a raíz de la guerra de Rusia en Ucrania.
No obstante, Cochez considera que un eventual cambio en Rusia incidiría positivamente en las aspiraciones democráticas de los nicaragüenses.
La OEA aprobó una resolución sobre Nicaragua con un lenguaje muy suave, ¿qué opinión le merece?
Hay que entender que la OEA no es un ente coercitivo. Muchos piensan que porque lo dice la OEA se tiene que cumplir. Hay regímenes que cada vez se aíslan más del resto del mundo. Es lamentable, pero es así.
El aislamiento del resto de países con Nicaragua. A nosotros, en el caso de Manuel Noriega en Panamá, nos costó mucho hacerle ver a la comunidad internacional lo que realmente era. En eso, Nicaragua lleva la delantera, porque el mundo ya sabe quién es Daniel Ortega y Rosario Murillo.
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Sin embargo, la realidad es que hoy el mundo tiene tantos problemas y cada país tiene su problema individual que lo hace indiferente a los problemas de los demás.
¿El régimen de Daniel Ortega está aislado?
Creo que el régimen de Ortega se aísla cada vez más, incluso de sus aliados, porque su sistema parece de la época de las barbaries.
Hay que tener paciencia, porque eso va a explotar, por los presos políticos, por la persecución de la Iglesia Católica y porque la gente está harta de las locuras de esta gente, porque nadie puede pensar que Rosario Murillo está en sus cabales.
El mundo no se ha olvidado de Nicaragua, porque aunque hay problemas tan graves a lo interno, no se puede esperar una política conjunta como Latinoamérica. La región ha sido dividida por Estados Unidos, China y Rusia.
Ese aislamiento que usted menciona, parece que a Ortega no le importa, porque tiene a Rusia, China e Irán acuerpándole.
Si, pero los tres “grandotes” (China, Rusia e Irán) tienen grandes problemas. Rusia tiene el gran problema de una guerra que está perdiendo; China, por problemas de liderazgo, está muy afectada económicamente; e Irán, cada día se desvanece más, por todo lo que su población está reclamando.
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Ortega debe estar preocupado porque debe saber perfectamente bien, que sus aliados lo tienen en la cola. Los problemas que enfrentan esta potencia les hace difícil pensar en Nicaragua, que no les aporta nada, más que problemas.
¿Hay maneras de presionar a Ortega todavía?
Estamos divididos. No se ha abandonado del todo y todavía se expresa mucha preocupación por lo que pasa en Nicaragua. Creo que se debe hacer más y Panamá debe romper relaciones con Nicaragua.
Tarde o temprano, Ortega tiene que caer por las buenas o por las malas.
¿Qué le pareció la votación en la ONU contra Rusia en la que solo Nicaragua votaron en contra de la resolución?
Los grupos autoritarios también están afectados porque sienten terror de lo que va a pasar. China se aleja cada vez más de Rusia e India también ha sugerido que se solucione este conflicto.
Hay una resistencia interna hacia Vladimir Putin muy grande y esto traería consecuencias para países autoritarios como Nicaragua. Las izquierdas no saben gobernar, porque las llamo izquierdas verdes, porque les encanta el color de los dólares.
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¿Cree que Biden tenga una posición distinta frente a América Latina?
La participación de Estados Unidos a inicios del Siglo XX en países como Nicaragua fue nefasta. Los intereses de Estados Unidos se decidían en las oficinas de las fronteras. Ese exceso de presencia norteamericana, ahora se ha tornado en una injerencia y no participación.
Si Estados Unidos nos hubiera dado los fondos que le ha dado a Israel o a Europa, seríamos una región más próspera.