Paramilitares y miembros de la Policía sandinista al servicio de la dictadura, mantienen sitiada la Iglesia San Juan Bautista de Masaya, al parecer con la intención de ejecutar acciones en contra del párroco, el sacerdote Harving Padilla, quien confirmó que nadie puede entrar ni salir del templo ni sus alrededores.
A Padilla la dictadura lo acusa de estar involucrado en la muerte de un guardia sandinista en 2018, cuyo cadaver fue quemado en Masaya.
El párroco de San Juan Bautista, dijo a Café con Voz que los antimotines no han explicado el por qué se apostaron frente al templo.
“Se apostaron desde el sábado y ayer (domingo) la Policía, con antimotines y paramilitares, se pusieron. No me han dicho el por qué. Se pusieron frente al templo con la camioneta y hoy en el madrugada se apostaron en el acceso de la Casa Cural”, dijo Padilla.
El sacerdote señaló que hasta el momento no han logrado obtener contacto con el Comisionado General de Masaya, Luis Barrantes, para conocer el motivo del asedio policial.
“El Padre Conde ha llamado al Comisionado Barrantes para saber el por qué tienen rodeada la iglesia, pero no levanta las llamadas”, dijo a Café con Voz.
Sin embargo, Padilla señaló que ha estado en constante comunicación con el Cardenal Leopoldo Brenes, monseñor Silvio Báez y otras autoridades de la Iglesia Católica.
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Asedio también a Yubrank Suazo
El integrante de Alianza Universitaria Nicaraguense, Yubrank Suazo, denunció el asedio policial a la Iglesia San Juan Bautista desde el sábado. Este lunes, la intimidación se extendió a la vivienda de sus familiares, a través de un paramilitar en una motocicleta Pulsar, color roja, placas de Masaya MY-27886.
“Hace poco, confirmaba mi hermana, información que me llegó ayer por la noche y hoy desde horas tempranas, no sé si llamarle asedio por parte de agentes de civil en los alrededores de la caza en donde habitan mis padres en Masaya”, declaró Suazo a 100% Noticias.
Acusación de la vicedictadora Murillo
La vicedictadora, Rosario Murillo, lanzó fuertes ataques contra Padilla en julio de 2021, en su acostumbrado monólogo en los medios de la dictadura.
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“Cómo olvidar ese crimen contra nuestro hermano policía Gabriel Vado, asesinado y quemado en un tranque en Monimbó, y cómo olvidar a ese dizque sacerdote, llamando a que fueran a tirarlo a un escusado, lo hubieran tirado en un escusado, les decía”, amenazó Murillo.
Padilla asegura que el audio que circuló en el que supuestamente “da la orden” de quemar a un agente policial, es manipulado.
“En el audio, parte es cierto y parte es mentira, porque usted no escucha que digo que lo maten, sino que resguarden su vida. Lo único que yo digo es que no subieran subido eso a las redes por los niños y las personas. Creo que cualquier persona con cinco dedos en la mano puede decirte que no estoy incitando a la violencia”, señaló.
“Quienes lo quemaron fueron los mismos paramilitares. Lo que se hacía era curar a los enfermos”, añadió el sacerdote.