El cronista deportivo Miguel Mendoza, quien fue secuestrado el 21 de junio de 2021, cumplirá este sábado 8 de enero, 200 días de encarcelamiento en las celdas del Complejo Policial Evaristo Vásquez, mejor conocido como El Nuevo Chipote.
Mercedes Mendoza, explicó que su hermano se encuentra en una celda de castigo, aunque refirió que desconocen los motivos del traslado.
“Es la primera celda donde lo llevaron cuando lo capturaron. Lo devolvieron ahí. Es una celda oscura, donde solo hay una ventanita en la que le pasan la comida, que es pésima. No le pasan todas sus cosas, se las pasan cuando ellos quieren, no cuando el familiar se las lleva”, dijo Mendoza.
También explicó que la luz permanece encendida las 24 horas y que los interrogatorios continúan.
“La luz permanece encendida, que no les permite dormir tranquilos. Casi no los sacan al sol, solo una vez a la semana y los interrogatorios siempre continúan. Uno de los investigadores le dijo que se arrepintiera de todo lo que había hecho. Miguel le respondió que él estaba preso por puro capricho y por ser periodista”, explicó Mendoza.
Condiciones precarias de Mendoza en El Chipote
Mendoza refirió que luego de la tercera visita, autorizada por la dictadura los primeros días de 2022, constató que Miguel se encuentra deteriorado físicamente.
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“Las condiciones son dolorosas y precarias. Uno como familia se alegra y sonríe con él al encontrarse y darse ese abrazo, pero el corazón está triste de ver las condiciones, al ver a mi hermano, tan joven, activo y lleno de vida. Ya no es el mismo Miguel de antes del 21 de junio de 2021. No ha bajado más de peso, se mantiene en 151 libras. Su imagen y su físico está deteriorado completamente”, dijo Mendoza.
Fuerte control durante visitas de familiares
Mercedes Mendoza explicó que durante las visitas, son sometidos a fuertes registros, que incluyen tocamientos y desnudamientos.
“Se siente el abuso que hay de la Policía. No te dejan entrar con ningún reloj porque te lo quitan. Te introducen en un servicio, donde le quitan los zapatos, le quitan la ropa interior y la mascarilla. Miguel tiene una niña, que le mandó una carta que decía: Papá te quiero. No permitieron que ingresara”, señaló.
Además, la Policía dispone de varios fotógrafos y camarógrafos que capturan imágenes de las visitas, grabando audio y video de las mismas.
“Te toman fotos incontables. Habían seis fotógrafos que nos indicaban cómo ponernos. Miguel les dijo que dejaran de tomar fotos porque nos estaban quitando tiempo. Se los dijo cuatro veces, porque la visita era familiar, no tenían que estar los policías ahí”, dijo.
Visitas no estaban previstas
Mercedes Mendoza señaló que al parecer, la visita a presos políticos de inicios de enero no estaba prevista, debido a que les avisaron a los familiares con un día de antelación.
“Nos dieron dos horas, las visitas fueron más temprano. Las veces anteriores avisaban tres días antes, pero esta vez avisaron de un día para otro. Parece que no fue planificada. Entran de tres en tres las familias y una de ellas viene de largo”, dijo.
Encarcelamiento desestabiliza situación familiar
Mendoza refirió que la dictadura no le ha permitido a Miguel comunicarse con su hija.
“No le han permitido comunicarse con su niña. Le han ocasionado un problema psicológico. Es una situación bien difícil. Ella le hizo unos dibujos a su papá diciéndole que quería que pasara la navidad con él”, añadió.
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Mendoza explicó que su mamá, de noventa años, acostumbra ser visitada por Miguel en las fechas festivas.
“Yo vivo con mi mamá y nosotros siempre estas fechas especiales las pasamos en familia. Somos once hermanos, siete varones y cuatro mujeres. La preocupación es cómo vamos a hacer para decirle a mi mamá el por qué Miguel no está en fechas especiales”, explicó.
“No le hemos dicho a mi mamá. Le decimos que Miguel está enfermo, que no ha venido por la pandemia”, añadió.
Mendoza agradecido con el gremio periodístico
Mercedes afirmó que Miguel se encuentra agradecido con el gremio periodístico y que mantiene su dignidad en alto.
“Él se siente agradecido con el gremio periodístico, por el apoyo que le han dado, por sus oraciones y su solidaridad. Siempre me pregunta qué dicen los periodistas y yo le cuento. Él decidió que yo fuera a visitarlo la segunda vez porque quiere saber noticias frescas de mi mamá, que ha tenido varias crisis que pensábamos que se iba a ir”, dijo Mendoza.
También criticó el eventual diálogo promovido por la dictadura, pero del cual no ha vuelto a referirse.
“Su convicción siempre sigue firme y dice que no está dispuesto a que los usen como moneda de cambio”, explicó.