La dictadura familiar de los Ortega Murillo, ordenó a las autoridades del Aeropuerto Internacional retirar el pasaporte y denegar la salida al jefe de prensa del noticiero Acción 10, Mauricio Madrigal. «Me retuvieron el pasaporte. Me dijeron que no podía salir del país sin darme ninguna explicación.», dijo el periodista.
Los hechos sucedieron cundo Madrigal se disponía a viajar a Miami, por motivos personales; las autoridades al servicio de Ortega y su partido lo detuvieron arbitrariamente, evidenciando que las amenazas, persecución e intento de censura del régimen contra la prensa independiente no cesan.
Por su parte el Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más, condenó el abuso de poder en perjuicio del comunicador, quien el pasado 29 de junio acudió al Ministerio Público donde fue citado para una entrevista en la que cuestionaron el trabajo de los periodistas de Acción 10.
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Repudiamos la violación a los Derechos Humanos de Mauricio, en particular su derecho a circular libremente dentro y fuera del país y el ejercicio de su labor. Condenamos la persecución contra periodistas y medios de comunicación independientes lo que constituye graves violaciones a derechos humanos en particular la libertad de expresión y prensa», expresó el colectivo defensor de derechos radicado en Costa Rica.
Madrigal cuestionado por trabajos periodísticos en Canal 10
El pasado 29 de Junio el periodista Mauricio Madrigal, acudió a una cita que emitió el Ministerio Público controlado por la dictadura familiar Ortega Murillo, la citatoria en un principio afirmaba que sería entrevistado en relación a la investigación ficticia que existe en contra de la extinta Fundación Violeta Barrios de Chamorro (FVBCH) y la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides).
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En el interrogatorio, no fue abordado sobre ninguno de los crímenes fabricados contra estas dos fundaciones, si no que fue cuestionado por la fiscalía de los sandinistas para saber como «balanceaban las noticias», como abordaban a las fuentes entre otras interrogantes que solo evidencian el intento desesperado por la dictadura para acallar la libertad de prensa en Nicaragua.