People wear face masks as a preventive measure against the spread of the new coronavirus, COVID-19 at a market in Managua, on April 16, 2020, a day after Nicaraguan President Daniel Ortega spoke of the coronavirus pandemic and announced there would be no quarantine or cessation of economic activity.

El Ministerio de Salud del régimen sandinista, reconoció el martes que los casos de Covid-19 siguen aumentando semana a semana, al ubicar en 568 casos positivos de COVID-19 en Nicaragua, el más alto desde que llegó la pandemia al país, mientras mantuvo en un fallecimiento por esta enfermedad durante ocho días.

Las cifras son del período comprendido entre el 24 al 31 de agosto. Las personas contagiadas han presentado padecimientos como; hipertensión arterial, diabetes mellitus, obesidad, enfermedad cardíaca, insuficiencia renal crónica, tuberculosis y enfermedades pulmonares crónicas.

Desde octubre de 2020, el Minsa reconoce solo una muerte semanal a causa de la Covid-19, cifras que según epidemiólogos independientes no son creíbles, porque no corresponden con el comportamiento de la pandemia en el mundo.

Las cifras del Minsa contrastan con las del independiente Observatorio Ciudadano, que desde el primero de mayo al 25 de agosto de 2021, contabilizó 872 fallecimientos por la pandemia. Mientras, el Estado solo reconoció 17, siempre una muerte cada semana.

Esa misma fuente reporta 4002 fallecimientos desde marzo de 2020, y 22 086 casos sospechosos de contagio, datos que no son reconocidos por las autoridades de Salud.

Nicaragua es el único país de la región que no ha informado sobre la presencia de alguna variante del virus, como el delta, cuyo contagio es mucho más acelerado. A pesar de las amenazas contra médicos independientes de ser encarcelados bajo la supuesta comisión de «ciberdelitos» y por ni repetir las mentiras oficiales, los galenos desde el anonimato han seguido informando a la población. Leer Doctor Argüello: “Nos quieren callar, pero no podemos dejar morir a más gente por la pandemia”

Murillo flamígera y mentirosa

La vocera del régimen, sancionada por Estados Unidos, Rosario Murillo, llamó a no escuchar al “terrorismo pandemico”, en un intento por vender una realidad alterna a la que viven miles de nicaraguenses que pierden cada día un familiar a causa de la pandemia del coronavirus en Nicaragua.

En su acostumbrada intervención, Murillo dijo “sin dejar de cuidarnos, sin dejar de aplicar todas las medidas sanitarias y sobre todo con conciencia buena sin alentar o poner oído al terrorismo pandémico, esa es otra, ayer decíamos que se hace terrorismo comunicacional con el tema del covid, eso es imperdonable, es sacrílego es atentar contra el amor a Dios estar todo el tiempo inventando, deseando”.

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