Por Luis Galeano
¿Solidaridad? El viejo slogan y consigna de la dictadura de Daniel Ortega, quien se vende como un gobierno cristiano, socialista y solidario, no se aplicó a un puñado de desesperados nicaragüenses que quieren ingresar a su patria tras regresar de una situación difícil por la pandemia que les tocó vivir en Panamá.
Desde la medianoche de este viernes 26 de junio, se encuentran 96 nicaragüenses varados en la frontera de Peñas Blancas, entre Costa Rica y Nicaragua, ante la negativa de las autoridades de migración nicaragüense de permitirles el ingreso al país.
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96 nicaragüenses que no le importan a Daniel Ortega
Son un total de 96 personas, entre los que se encuentran niños y mujeres embarazadas, los que pidieron ingresar a territorio nacional procedentes de Panamá, nación de la cual se vieron obligados a abandonar debido a que se quedaron sin empleos y sustento como consecuencia de la pandemia del coronavirus.
Los inconformes, quienes agradecieron a las autoridades ticas por permitirles el tránsito por su país, así como protección durante su viaje, aseguraron que ya en las fronteras de Peñas Blancas los agentes de migración nicaragüenses les habrían manifestado que tenían orden de no dejarlos pasar.
El colmo es que los policías y guardias de gobernación hicieron una valla humana para detener cualquier intento de avance de los nicaragüenses quienes reclamaban verbalmente por la vejación y desprecio a sus derechos humanos.
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Más varados en el Caribe y C.A.
En similar o peor situación está también otro grupo de aproximadamente 500 connacionales que se encuentran varados entre el territorio del Caribe y Centroamérica.
Estos nicaragüenses realizaron su solicitud de retorno al país, desde hace más de tres meses, pero la dictadura no les ha dado permisos de retornos ni les ha respondido por la urgente situación que atraviesan.
Igual ha pasado en la frontera norte de Nicaragua, en los puestos fronterizos vecinos a Honduras, donde migración les ha negado acceso y atención humanitaria, dejándolos abandonados a su suerte y sin aplicarle las medidas de protocolo sanitario contra el coronavirus.
La situación económica de estos es muy precaria afirmó en determinado momento el Meseni de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
ACTUALIZACIÓN
Más de 12 horas después de haber llegado a la frontera sur de Nicaragua, la única respuesta que la dictadura había tomado ante el conflicto era el envío de contingentes de tropas antimotines fuertemente armadas, que llegaron a formar un cordón de seguridad para permitir el ingreso de transporte de carga e impedir el ingreso de los buses que trasladan a los nicaragüenses que buscan retornar a su patria desde Panamá.