Nicaragua cerró el año con 120,020 trabajadores en Zona Franca, registrando 13,084 empleos menos en comparación con diciembre de 2022, según cifras del Banco Central de Nicaragua (BCN), al servicio de la dictadura.
En solo un mes, entre noviembre y diciembre, el país registró una caída en el número de empleos en zona franca de 2,512 pasando de 122,532 a 120,020 respectivamente.
El BCN señala que en 2023 hubo un promedio anual de 124,487 trabajadores en zonas francas, 13,540 empleos menos que el promedio anual de 2022.
En enero de 2023, Nicaragua registró 130,016 trabajadores en zonas francas y a partir de ese mes, la cifra comenzó a descender hasta llegar a 121,115 en septiembre. Hasta ese mes, había 8,901 empleos menos.
Sin embargo, en noviembre, la cantidad de empleos incrementó a 122,532 pero nuevamente cayó en diciembre.
Seis empresas menos y caída de las exportaciones
Entre diciembre de 2022 y el mismo mes en 2023, seis empresas de zonas francas cerraron en el país, según las cifras oficiales. En diciembre de 2022 se registraban 187, pero en el mismo mes de 2024 se registraron 181.
El economista Enrique Sáenz señala que otro elemento importante para considerar que existe una “crisis” en el sector de zonas francas es que los costos de transformación también registraron una caída de 35.57 % en su promedio anual entre 2022 y 2023.
Leer además: Honduras elimina prechequeo para nicaragüenses
Los costos de transformación son costos indirectos fijos los que permanecen relativamente constantes, con independencia del volumen de producción, tales como la depreciación y mantenimiento de los edificios y equipos de la fábrica, así como el costo de gestión y administración de la planta.
También, entre 2022 y 2023 las exportaciones cayeron 8.95 %, según cifras oficiales.
Sin embargo, Sáenz señala que la dictadura hace alarde de una “bonanza económica” en Nicaragua.
Leer también: Expertos de la ONU aseguran que Ejército ya fue identificado en la cadena represiva
“Si hubo más inversión, debió haberse generado más empleo. En los últimos meses, el valor de transformación, que es lo que le queda a Nicaragua, disminuyó en más considerablemente”, dijo.
“Utilizan como ventaja para atraer a los inversionistas la pobreza de los nicaragüenses. Es una crisis porque disminuyó el numero de empresas, las exportaciones, el número de trabajadores y el valor de transformación”, añadió Sáenz.