El año 2022 no se ve nada alentador para el bolsillo de los nicaragüenses, debido al encarecimiento de la canasta básica, el descongelamiento de los precios de los hidrocarburos y la disminución de los subsidios energéticos.

Entre 2017 y 2021, la Canasta básica pasó de C$ 13,331.96 a C$16,255.38, superior a los salarios mínimos de Nicaragua.

Sin embargo, datos del Banco Central de Nicaragua, BCN, destacan que entre 2006 y 2021, los salarios de los nicaraguenses incrementaron solamente 1%, mientras que entre 2017 y 2021 la canasta básica aumentó en 21%.

“El país vive una tragedia laboral que se desdobla: por una parte, un pésimo empleo, por su calidad y nivel medio de remuneraciones y, por otra, una brecha laboral conformada por los subempleados, los que no buscan empleo y los desempleados abiertos, de grandes proporciones y desconocidas repercusiones”, señala el economista y sociólogo Oscar René Vargas.

Los datos del Instituto Nacional de Información y Desarrollo, INIDE, destacan que alrededor de 2 millones de personas se encuentran en desempleo abierto o subempleo.

“Es decir, que seis de cada diez personas en edad laboral, siguen sin lograr asegurar ni siquiera el salario mínimo mensual”, destaca Vargas.

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Por su parte, el Instituto Nicaraguense de Defensa al Consumidor, INDEC, destacó que en 2021, registraron un incremento de la canasta básica de hasta C$ 500 córdobas.

“De enero de 2021 a diciembre, nos arroja que la canasta básica costaba 13,589 córdobas, concluyendo en 14,097. La canasta básica aumentó en un año 500 córdobas, debido a alzas en el pollo, carne de res, huevo, cebolla, aceite, frijol, pescado y gas licuado de petróleo”, destacó Marvin Pomares, de Indec.

Sin embargo, considera que los datos del Índice de Precios al Consumidor, IPC, del INIDE, están sujetos a revisión, debido a que se calculan con base en precios de los supermercados.

“Nosotros tomamos como punto de referencia el Mercado Oriental, que es visitado por un 85% de la población. Hay estudios que hacen algunas instituciones, pero agarran productos cotizados en los supermercados”, añadió.

Combustibles descongelados

Este domingo 16 de enero, los combustibles sufrieron el descongelamiento de sus precios, ordenado por el dictador Daniel Ortega el 29 de octubre, con el supuesto fin de “preservar la economía de los nicaraguenses”

“El problema del petróleo es que es un precio geopolítico que depende de las condiciones políticas de los países que los producen. Realmente congelar precios no es la solución a los altos precios del petróleo. Los precios internacionales bajaron mientras estuvo congelado, por lo que no recibimos ese beneficio”, dijo Rodríguez.

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“Existe la probabilidad alta que suban los precios. La solución es que se debe hacer una regulación como hacía antes, que es controlar los márgenes de ganancia de las distribuidoras, porque no se puede regular el precio internacional, pero si las ganancias”, explicó.

Energía eléctrica no da tregua a los bolsillos

Otro factor que incidirá negativamente en el bolsillo de los nicaragüenses es el alza en la energía eléctrica, debido a la disminución de los subsidios en consumo y alumbrado público.

De acuerdo a la Ley 971, y sus reformas de cara al 2022 las personas que contarán con el subsidio energético del 50% será quienes consuman menos de 50 kWh al mes. Quienes consuman de 51 a 100 kWh recibirán el 45% del subsidio energético, y los que consuman de 101 kWh o más sólo alcanzarán el 25%.

Rodríguez destacó que 2022 es el último año que se reduce el subsidio, se reducirá un 25 por ciento entre 101 y 150 kwh al mes.

“Entonces los más afectados son estos consumidores, que se reduce en 25% el subsidio. Es un poco compleja la tarifa porque a cada uno se le disminuye el subsidio según el consumo”, añadió Rodríguez.

Aseguró que el alumbrado público tenía en 2017 de 29% en comercialización y 21% en alumbrado público y este año desaparecerá.

“Esto se traduce en incrementos en las facturas, entre un dólar y cinco dólares”, concluyó.

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