El obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, monseñor Silvio José Báez, afirmó que los actuales tiempos urgen de líderes que hablen al pueblo con la verdad, que trabajen por el bien común de la sociedad y sin egoismos ni ambiciones personales.
«En nuestra sociedad necesitamos discursos nuevos, sin odios ni mentiras, que se distingan no tanto por su contenido teórico o su elegancia retórica, sino porque brotan de la compasión y de la solidaridad», dijo Báez en su homilía de domingo en la iglesia Santa Agatha en Miami.
«¡Cuánta falta hacen líderes liberados de egoísmos, ambiciones y burocracias, que sientan el dolor de la gente y sepan escuchar! Urgen líderes que hablen al pueblo con la verdad, con afecto y con respeto y que con sus palabras generen esperanza», sostuvo el obispo Auxiliar.
Báez añadió que urgen líderes «que no solo hablen, sino que vivan dedicados a trabajar por el bien común de la sociedad sin egoísmos ni ambiciones personales».
Jesús el ejemplo de vivir lo que se predica
El religioso carmelita, señaló en relación al evangelio del domingo que Jesús llegó un sábado a la ciudad de Cafarnaúm, entró a la sinagoga y se puse a enseñar. Y que ahí Jesús no solo cree lo que dice, sino que también vive lo que cree y lo expresa con sus gestos y su conducta.
«La integridad de vida da valor a las palabras. Si vivimos lo que decimos y predicamos, los demás percibirán nuestro discurso como auténtico y acogerán nuestras palabras con mayor disponibilidad», dijo Báez.
«No basta ser creyente, hay que ser también creíble. Hoy nuestra sociedad busca personas que demuestren lo que dicen con su forma de vivir. De nada sirven los discursos que cautivan por su retó. De nada sirven los discursos que cautivan por su retórica y su lenguaje rebuscado si no van acompañados por el testimonio de una vida transparente, honesta y comprometida por el bien de los demás», agregó.
La autoridad y el autoritarismo
El obispo Auxiliar, explicó que Jesús habla con “autoridad”, no con “autoritarismo” y que la diferencia radica en que quien habla con autoridad cautiva, convence, toca el corazón; quien habla con autoritarismo humilla, engaña y somete.
«Jesús habla con autoridad, pero no desde el poder. Jesús nunca usó el poder para imponerse, convencer o hacerse escuchar. Nuestra sociedad tiene necesidad de discursos liberados de la seducción del poder», indicó. https://cafeconvoz.com/2021/01/29/daniel-ortega-garantiza-el-poder-por-division-opositora-sin-elecciones-libres-y-lealtad-de-las-armas/
Asimismo Báez, aseguró que es fácil detectar los discursos «que nacen de la ambición de poder. Son usualmente discursos de odio que descalifican y ofenden, intentan imponer la propia voluntad, pretenden controlar a las personas y engañan para someter».
«Las palabras dichas con autoridad moral, en cambio, dicen la verdad, infunden confianza, liberan y dignifican a las personas. Es fácil percibir cuando alguien habla sin sentimiento, sin corazón, sin amor por los demás. También nos percatamos cuando alguien nos habla con amor y buscando nuestro bien», explicó el obispo Auxiliar.
Si en palabras no hay amor real, es mejor callar
Añadió que «si nuestras palabras no brotan del amor a los demás, es mejor que nos callemos. Si nuestras palabras no están llenas de respeto y de estima por las personas, es mejor hacer silencio. Si nuestras palabras no van a hacer bien a los demás es mejor no hablar.
Cuando nuestras palabras no brotan de un corazón que ama, hacemos daño a nuestros hermanos, estropeamos las relaciones y colaboramos a crear ambientes de sospecha y de miedo».