Managua, 14 ago (EFE).- La Organización Víctimas de Abril (OVA) de Nicaragua denunció este viernes una redada de policías contra opositores excarcelados que han dejado al menos tres detenidos en las últimas 24 horas, en el marco de la crisis sociopolítica que vive el país desde abril de 2018.


Durante la redada fueron capturados los jóvenes Kennis Vargas, Bryan Alemán y William Balmaceda, quienes habían pasado más de un año en prisión, entre 2018 y 2019, tras participar en protestas contra el presidente del país, Daniel Ortega, según la organización opositora.


Patrullas de la Policía Nacional también mantienen asedio en las casas de diferentes opositores en los departamentos (provincias) de Estelí, León Managua y Masaya, según informaron diferentes movimientos disidentes y organizaciones defensoras de los derechos humanos.


OVA indicó que las tres capturas, realizadas en las ciudades de Managua y Ciudad Sandino, se dieron de forma violenta.

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«Entraron de forma violenta a las casas. A la hermana de Bryan, de 20 años, la intentaron violar. Ella ahora tiene problemas psicológicos y no quiere volver a su propia casa. Su hija, una niña de dos años, que él tenía en sus manos, ahora tiene una fiebre que no le han podido quitar», dijo a Efe la integrante de OVA, Grethel Gómez.


ASPECTO HUMANO

Algunos nicaragüenses mostraron su repudio hacia las capturas en redes sociales, ya que los jóvenes eran conocidos como personas «ejemplares», que intentaban retomar sus vidas tras salir de prisión en diciembre pasado.


Según Gómez, Vargas un fiscal de la junta directiva de OVA, trabajaba en lo que le ofrecieran y precisamente había encontrado una plaza como conductor, mientras Alemán, alejado de la política, se dedicaba a ayudar a las personas con COVID-19.


De Vargas se supo que está en la cárcel «El Chipote», en Managua, que ha sido denunciada en numerosas ocasiones como un centro de torturas de la Policía, mientras que de Alemán y Balmaceda se desconoce su paradero, indicó Gómez.


En tanto, algunos de los jóvenes excarcelados más conocidos, entre ellos Byron Estrada y Zayda Hernández, denunciaron que los agentes de la Policía colocaron candados en sus casas.


En el caso del diácono de la Iglesia Católica Marcos Herrera, en la ciudad de Ocotal, la Policía restringió el paso en toda la cuadra donde se ubica su casa.
ONG PIDE CESE DE «HOSTIGAMIENTO»


El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) exigió «al régimen Ortega Murillo el cese de estos hostigamientos y recapturas, a la vez demanda se respete la integridad física y psicológica de estas personas y sus familiares».


Datos del grupo Monitoreo Azul y Blanco indican que entre enero y julio pasado al menos 20 personas que habían estado encarceladas como «presos políticos» fueron «recapturadas».


Según Monitoreo Azul y Blanco, más de un millar de personas que expresaron su descontento con Ortega han pasado en las cárceles de Nicaragua en los dos últimos años, de las cuales, cerca de 100 permanecen en prisión.


OVA exigió a los grandes movimientos opositores, aglutinados en la Coalición Nacional, «que dejen de esperar a las elecciones de 2021 para botar a Ortega»,
«Ya no aguantamos, los familiares de los presos políticos estamos desesperados, es demasiado dolor, si no actúan, los vamos a desconocer, como ya hicimos con el Gobierno», dijo Gómez.


Desde abril de 2018, Nicaragua vive una crisis sociopolítica que ha dejado al menos 328 muertos, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), aunque organismos locales elevan esa cifra a 684 y el Gobierno reconoce 200 y denuncia un «intento de golpe de Estado».

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