Salir y entrar de Nicaragua será más caro a partir de este 4 de agosto, luego que los diputados bajo servidumbre de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, aprobaran dolarizar los servicios migratorios y castigar los bolsillos de los migrantes nicaragüenses.
Entre discursos nacionalistas, ataques a la oposición y justificaciones de siempre, los diputados del dictador aprobaron sin mayores debates la reforma de la ley migratoria.
Sobre ese punto, los diputados del Partido Liberal Constitucionalista le reclamaron a la aplanadora orteguista por qué si se declaran enemigos del imperio a como llaman a Estados Unidos, eligieron el dólar como moneda de gestión y no la moneda rusa, china, cubana o venezolana.
Esto generó la siempre fácil rabieta y verborrea del otrora finísimo diputado sandinista Wálmaro Gutiérrez.
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Justifican lo injustificable
Gutiérrez intentó defender la iniciativa del dictador Ortega, asegurando que no se incrementarán los costos, sino que se ajustarán al deslizamiento de la moneda, lo cual, técnicamente, significa que los precios de los servicios se incrementarían.
Las reformas a la Ley General de Migración y Extranjería aumenta y dolariza todos los servicios migratorios, además impone una multa de 150 dólares para quien entre o salga del país por puntos ciegos.
Según el régimen las tasas actuales en córdobas, no corresponden a los precios de los servicios brindados ya que no han sido actualizadas en los últimos nueve años.
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Modernizar significa sacarle más plata al pueblo
Bajo el argumento de “modernizar los servicios“, con la reforma los precios de los trámites migratorios para los extranjeros aumentaron y para los nacionales cambiaron a dólares.
Para el sociólogo y economista Óscar René Vargas el asunto es sencillo detrás de esta medida apurada de la dictadura: se le acabaron los recursos y necesitan fondos para sostener el aparato de represión.
“La plata es urgente obtenerla de cualquier forma. Recuerda que el régimen necesita US$ 8 millones de diarios para sus gastos mínimos, lo que no tiene“, observa Vargas.
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Y encima deben pagar prueba de Covid-19 a 150 dólares
“Por otro lado, el control migratorio es parte de su lógica de control político general que implementa todos los días con la represión“, dijo Vargas, poniendo como ejemplo la situación reciente de Peñas Blancas.
Allá el régimen detuvo como medida de control político a más de 500 nicaragüenses, a quienes exigía una prueba negativa de Covid-19.
Aparte, los nicaragüenses que quieran migrar, deberán pagar una prueba de Covid-19 que el Ministerio de Salud vende a 150 dólares.
Con todo esto, los costos para salir del país aumentan drásticamente y golpean los bolsillos de millares de humildes nicaragüenses que cada año viajan a Costa Rica en misión de trabajo.
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