La dictadura sandinista trasladó su consulado a la casa contigua a su sede diplomática en La Alameda, en Panamá, para que el exmandatario panameño Ricardo Martinelli, pese a la negativa del país centroamericano ante la solicitud presentada por Nicaragua.
Mediante la Nota No. 46 NIC 20245 del pasado 4 de marzo, Nicaragua notificó a las autoridades panameñas lo siguiente: “Nuestro consulado empezará a funcionar a partir de hoy en la casa contigua a nuestra sede diplomática. Es decir, que nuestra Embajada funcionará desde los dúplex números 61A y 61B, en la urbanización La Alameda, Calle 63G”.
Sin embargo, en una carta fechada el 8 de marzo, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Panamá le comunicó a la Embajada de Nicaragua que “no reconoce” el traslado de su consulado en este país a la casa identificada como 61B.
El principal argumento de las autoridades panameñas es que la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares de 1963, en su artículo 4, expresa que: “El Estado que envía no podrá modificar posteriormente la sede de la oficina consular, su clase, ni la circunscripción consular sin el consentimiento del Estado receptor”.
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El exmandatario se encuentra en la embajada de Nicaragua en Panamá desde el pasado 7 de febrero de 2024, luego de haber sido ratificada la sentencia en su contra por blanqueo de capitales en la compra de medios de comunicación, inhabilitando su candidatura presidencial.
El pasado 11 de marzo, Martinelli, en un mensaje en su cuenta de X en ocasión de su cumpleaños 72, agradeció en las primeras líneas, a los dictadores Daniel Ortega y Rosario Murillo por su gesto “noble y desinteresado” de brindarle asilo político.
Martinelli quien se encuentra refugiado en la Embajada de la dictadura en Panamá, aseguró nunca olvidará, el asilo político que la dictadura le otorgó desde el 7 de febrero al ser acusado de corrupción y blanqueo de capitales en Panamá.
“Agradezco muy en especialmente y le doy las gracias por el noble y desinteresado gesto que nunca olvidaré, al presidente de Nicaragua comandante Daniel Ortega y a Doña Rosario Murillo su esposa y vicepresidente. Agradezco igualmente a la embajadora nicaragüense en Panamá Doña Consuelo Sandoval Meza y su esposo Don Ernesto y a otro ser anónimo”, dijo Martinelli, quien añadió que está “vivo de milagro”.