Por Café con Voz
Un comunicado de la Arquidiócesis de Managua, firmado por el cardenal Leopoldo Brenes, anunció que debido a la pandemia del coronavirus que azota a Nicaragua, este año 2020 no habrá procesiones de Santo Domingo de Guzmán en Managua.
Las fiestas de Santo Domingo de Guzmán se desarrollan en Managua del 1 de agosto al 10 de agosto, son multitudinarias y se realizan desde 1885. Consiste en una procesión con el santo en hombro de tradicionalistas, que lo bajan bailando de la iglesia de las Sierritas a la iglesia Santo Domingo en Managua.
Café con Voz: ¿Fiestas de Santo Domingo de Guzmán en Managua también serán virtuales?
A continuación, el comunicado íntegro de la Arquidiócesis de Managua:
En la Arquidiócesis de Managua creemos que es momento para dar testimonio de la grandeza de la Fe y devoción que todos, especialmente los más sencillos, llevamos en el corazón como una herencia de nuestros mayores y que seguramente nosotros, con mayor riqueza espiritual, trasmitiremos a las futuras generaciones.
Ante la presencia de la COVID19 en Nicaragua, como Iglesia, junto al Papa Francisco y los Obispos de la Conferencia Episcopal, reafirmamos una vez más: “la vida por encima de todo”.
Nuestra oración y cercanía con los que sufren, los enfermos, los difuntos, las familias que lloran por sus seres queridos, con los que arriesgan sus vidas para garantizar con su trabajo diario, los servicios y productos esenciales, así como también con aquellos que generosamente se encuentran en la primera línea de esta pandemia que todos afrontamos.
Habiendo escuchado con corazón de Padre y Pastor el parecer de mis Vicarios, de los especialistas en la salud, a los devotos, promesantes y tradicionalistas, comités y cofradías, los consejos pastorales y sacerdotes, como Iglesia con espíritu maternal y con responsabilidad disponemos:
- Conmemorar con devoción y creatividad desde nuestros hogares como Iglesia
doméstica.
Conmemorar todas las festividades patronales en la Arquidiócesis de Managua desde
nuestros hogares como iglesia doméstica, en este tiempo de crisis sanitaria producto de la
pandemia; haciéndolo con la devoción y la creatividad de nuestro amor a Cristo, La Santísima
Virgen María, y nuestros Santos Patronos. Invocando el auxilio y consuelo que nos da
nuestra fe en el Señor, con la ayuda de los medios de comunicación a nuestra disponibilidad. - Comprensión y apoyo de feligresía evitando procesiones y actividades que
promuevan aglomeración de personas.
En conformidad con las orientaciones anteriormente expresadas por la CEN y nosotros
mismos; con respecto a la realización de procesiones y otras actividades que promuevan la
aglomeración de personas. Pido a los devotos, promesantes y tradicionalistas su comprensión
y apoyo evitando su realización debido a las limitaciones que la crisis sanitaria nos impone,
“posponiendo para otro momento oportuno” estas celebraciones. En su lugar les convoco a
conmemorar las festividades, desde una verdadera devoción, unidos de forma espiritual y
virtualmente a través los medios de comunicación a nuestra disposición. - Concedemos a los fieles sustituir o dispensar sus promesas.
Con la autoridad eclesiástica de mi oficio pastoral, ante las imposibilidades físicas y morales,
concedo a los fieles sustituir o dispensar por este año, las promesas y votos con tiempos y
actos de oración, penitencia y de caridad; como una ofrenda de amor al Señor y a nuestros
santos intercesores por las peticiones de nuestros corazones de creyentes. - Solicitamos a los Párrocos y colaboradores explicar nuestras disposiciones.
A los párrocos y clero en general, les pedimos animar al pueblo de Dios en la vivencia de la
fe y devoción verdadera, con oración y catequesis. Explicando el sentido y razón de nuestras
disposiciones, especialmente las del punto número tres de esta comunicación. - Invitamos a todos a mantener la unidad y ser ejemplo de una piedad autentica.
Es tiempo que los creyentes demos ejemplo de responsabilidad, solidaridad y colaboración
frente a los desafíos de este momento. Con solicitud paternal a todos los fieles les pido ser
ejemplo de respeto, unidad y piedad. Que esta piedad popular, tesoro de los verdaderos
devotos, ilumine el camino exigente pero posible de la convivencia y búsqueda autentica del
bien común para todos.
Que Santa María, Nuestra Madre y Señora, consuelo y refugio de los afligidos, nos ampare
e interceda por las suplicas de todos; y nos ayude a dar a Dios, desde la sencillez y sinceridad
de nuestros corazones un homenaje en “espíritu y verdad”
Dado en la Ciudad de Managua, a los doce días del mes de Julio del año dos mil veinte
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