El destierro de los 19 sacerdotes, incluyendo al Obispo de Matagalpa, Monseñor Rolando Álvarez y su envío a El Vaticano, puede considerarse como una nueva etapa para la iglesia en Nicaragua, producto de un nuevo «pacto religioso» que la dictadura Ortega-Murillo pretende imponer, según el exembajador ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Arturo McFields.
En una entrevista a Café con Voz, McFields aseguró que los entendimientos entre El Vaticano y Nicaragua conducirán a la implementación de una iglesia más silenciosa.
“Se está fraguando un nuevo pacto religioso en Nicaragua. Aunque no lo tenemos a mano, esas nuevas reglas establecen silencio de la iglesia local en cuanto a temas religiosos, definir que temas se abordan (en las iglesias)”, dijo McFields.
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“Las nuevas reglas pasan por no nombrar a un solo obispo sin antes consultarlo y llegar a un mutuo acuerdo. No creo que lleguen de una vez a la situación china. La primera etapa es el modelo cubano y luego el chino”, reiteró McFields.
En Cuba explicó el ex también periodista, existe una entidad de monitoreo y regulación religiosa y en el caso chino, la iglesia mantiene un acuerdo en el cual los nombramientos de altos jerarcas, se hace de conformidad al visto bueno de El Vaticano y la dictadura de Xi Jinping.
El pasado domingo, la dictadura confirmó el destierro asegurando que se negoció con Monseñor Pietro Parolín, secretario de Estado de la Santa Sede, quien en reiteradas ocasiones se ha mostrado a favor de la dictadura cubana.
La dictadura afirmó que llegaron «acuerdos con la Santa Sede” y expresando agradecimiento al papa Francisco y a Parolin, por las coordinaciones realizadas.
Parolin trabajó en la Nunciatura en México de 1989 a 1992 y fungió como Nuncio Apostólico en Venezuela desde el 17 de agosto de 2009 hasta el 15 de octubre de 2013, durante el tercer período y comienzos del cuarto período presidencial del dictador Hugo Chávez. Estaba en Venezuela al momento de la transición de Poder tras la muerte de Chávez el 5 de marzo de 2013 y presenció los primeros meses del dictador Nicolás Maduro. El papa Francisco lo nombró Secretario de Estado desde el 15 de Octubre de 2013.
Ya era pues Parolin el jefe de la diplomacia vaticana cuando se inició el diálogo en Venezuela el 26 de febrero de 2014, luego de las protestas que iniciaron el 12 de ese mismo mes y año, diálogo en el que el nuevo Nuncio Apostólico, subordinado a Parolin participó como testigo en el diálogo en Venezuela.
Casualmente los obispos Rolando Álvarez e Isidoro Mora, con los sacerdotes y seminaristas desterrados, fueron trasladados de Managua a El Vaticano, en un avión de la línea aérea venezolana Conviasa, proporcionada por Maduro.
McFields cree que viene legislatura para legalizar control religioso
Luego del destierro, McFields considera que vienen nuevas leyes que permitirán institucionalizar la represión contra la Iglesia Católica.
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“Creo que viene alguna legislación que permita limitar la actividad religiosa para darle forma a lo que ya vienen haciendo. La salida de los sacerdotes y dos obispos, es un parteaguas de como va a funcionar la iglesia en Nicaragua”, dijo McFields.
«No solo sería para la iglesia católica, también para la evangélica, y todas las religiones, en un país donde se supone existe libertad de culto», añadió.
El 13 de marzo de 2023, un día después de que la dictadura condenara al obispo Rolando Álvarez a 26 años y cuatro meses de prisión, el papa Francisco calificó al régimen de Ortega como una «dictadura grosera». Tras ello, la tiranía indicó que se plantean la «suspensión de las relaciones diplomáticas» con el Estado del Vaticano.
«Ante la información que ha sido divulgada por fuentes aparentemente vinculadas con la Iglesia Católica, el Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional de nuestra Nicaragua, bendita y siempre libre, precisa que entre el Estado Vaticano y la República de Nicaragua se ha planteado una suspensión de las relaciones diplomáticas», indicó el Ministerio de Relaciones Exteriores en un comunicado.