Por Café con Voz
La mayoría de países de Latinoamérica, entre estos Nicaragua, no podrán ingresar a países de la Unión Europea (UE) por ser considerados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como el epicentro mundial de la pandemia donde los contagios se incrementan a diario.
Japón adoptó una medida similar e incluyó a Nicaragua entre los países vetados de ingresar a suelo nipón.
La UE abrirá sus fronteras el próximo 1 de julio aunque el número de países que podrá ingresar será limitado y con estrictos criterios sanitarios. Estados Unidos, por ser el más afectado con más de 2,5 millones de contagios y más de 125 mil muertos y Rusia con más de 627 mil infectados y nueve mil muertos, tampoco podrán ingresar.
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Aislados del primer mundo
Entre los ciudadanos de países que sí podrán cruzar las fronteras de la UE, cerradas desde marzo para tratar de evitar la propagación de la pandemia del coronavirus, se encuentran Australia, Argelia, Canadá, Corea del Sur, Georgia, Japón, Marruecos, Montenegro, Nueva Zelanda, Serbia, Tailandia, Túnez, Uruguay, Ruanda y China, que están considerados como seguros. En el caso chino, el levantamiento al veto estará sujeto a reciprocidad.
La propuesta inicial de Bruselas era que los miembros de la UE seleccionaran juntos a qué países debían levantarle las restricciones siguiendo criterios como «la situación sanitaria, la capacidad de aplicar medidas de contención durante los viajes y consideraciones de reciprocidad«.
Consideró que debía retirarse el veto a los ciudadanos de países cuya situación fuera similar a la media europea en cuanto a la cantidad y la tendencia de los nuevos contagios y en su respuesta a la pandemia: nivel de vigilancia, testeo, rastreo de contactos y su publicación de datos sobre el avance del virus, entre otros criterios.
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A Japón tampoco
Las competencias en el control de las fronteras están en manos de los Gobiernos nacionales, pero la UE quiere coordinar la reapertura con el exterior para evitar el descontrol que se dio al inicio de la pandemia, cuando cada Estado cerró unilateralmente sus puertas.
La UE ha conseguido aplanar la curva del coronavirus y no quieren que los viajes desde terceros países pongan en peligro esta tendencia.
Al mismo tiempo, la llegada de turistas extracomunitarios es importante para los países que más dependen del turismo: la UE recibió 500 millones de visitantes de terceros países (la mayoría con destino al sur del continente) que gastaron 342.000 millones de euros en 2016, lo que la convierte en el primer destino turístico global, según datos de la Organización Mundial del Turismo.
También Japón anunció que ampliará el veto migratorio a 129 países, como una forma de controlar el avance del Covid-19 y entre los territorios añadidos están Nicaragua, Cuba, Costa Rica y Guatemala y viajeros que hayan visitado recientemente estos territorios.
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Cerco internacional por mal manejo de pandemia
Las personas que no tengan la nacionalidad japonesa, o que hayan estado 14 días previos a la llegada a Japón en los países que están en la lista, no podrán ingresar a ese país.
Según la agencia de noticias Kyodo News, los nuevos países afectados por el veto migratorio son Camerún, República Centroafricana, Costa Rica, Eswatini, Georgia, Granada, Guatemala, Guyana, Haití, Jamaica, Líbano, Mauritania, Nicaragua, San Vicente y las Granadinas y Senegal.
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En el caso de Nicaragua, el Gobierno de Daniel Ortega se ha negado a tomar medidas serias que eviten el avance de la pandemia que ya ha cobrado 1,878 muertos y 6775 casos sospechosos de Covid-19, al 24 de junio, según el Observatorio.
Sin embargo las autoridades de salud han minimizado los casos y muertos a causa de esta enfermedad, lo cual le ha valido la crítica de las organizaciones mundiales de salud y terceros países como El Salvador y Costa Rica, quienes ya hacen planes para reabrir sus fronteras al turismo con restricciones y limitaciones a viajeros o residentes de países que, como Nicaragua, no ha tomado con seriedad la lucha contra la pandemia.