Durante una conferencia de organizaciones estudiantiles en el exilio, el opositor Lesther Alemán, egresado de la Universidad Centroamericana (UCA) y desterrado político, advirtió que las intenciones del régimen de confiscar el alma mater también podrían extenderse al Colegio Centroamérica.
Fuentes extraoficiales han informado a medios de comunicación que la UCA tiene las cuentas bancarias congeladas por disposición de la Superintendencia de Bancos y Otras Instituciones Financieras (SIBOIF) y que la Procuraduría General de la República ha inmovilizado los bienes de la casa de estudios.
Según Alemán, fuentes extraoficiales le han informado que el régimen realiza inspecciones y auditorías constantes al Colegio Centroamérica, que también es propiedad de la Compañía de Jesús (Jesuitas).
También aseguró que, en su comunicación con estudiantes y egresados de la UCA, ha constatado la preocupación de estos por el historial académico, las calificaciones y posibles documentos que a futuro se deben extender.
“La preocupación es por las personas con títulos, matrícula activa, los que están haciendo cambio de clase, egresados que necesitan documentos, porque la Universidad Centroamericana no son los edificios, sino son los estudiantes que hemos pasado por ella”, dijo Alemán.
Jóvenes se unen en comunicado
Jóvenes opositores y dirigentes de organizaciones y movimientos se unieron en un comunicado para expresar su solidaridad con las autoridades académicas y la comunidad estudiantil de la UCA, a la vez que instaron a la Compañía de Jesús a voltear la mirada a la problemática de Nicaragua.
“La decisión de congelar sus cuentas y bloquear sus bienes en un intento de expropiación y robo que constituye un ataque directo a la educación y a la libertad académica. Esto pone en riesgo la continuidad de proyectos, investigaciones y programas que benefician a toda la comunidad universitaria y a la sociedad nicaragüense en general”, expusieron en el comunicado.
A criterio de Valeska Valle, integrante del Movimiento Universitario 19 de Abril, la arremetida de la UCA supondría un grave riesgo para el tejido social y educativo del país.
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“No solo estamos hablando de una universidad, sino de todo un tejido social que existe alrededor de la UCA”, expresó.
Los jóvenes advirtieron que la masiva confiscación de universidades desemboca en una discrecionalidad por parte del régimen para definir quien puede y quien no acceder a la educación.
“Eso significa que la dictadura decide quién puede acceder a la educación superior, quiénes serán las autoridades, cuál será nuestro plan de estudios académico, quiénes pueden ser nuestros profesores y, además, seguir utilizando el 6% constitucional para perseguir a los jóvenes”, señalaron.
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Añadieron que una eventual confiscación de la UCA tendría consecuencias catastróficas en términos académicos y humanitarios, ya que provocaría una fuga de conocimiento y talento que, una vez más, empobrecería el futuro de Nicaragua.
Este jueves, la dictadura sandinista avanzó en su arremetida contra la Universidad Centroamericana (UCA), al mater propiedad de la Compañía de Jesús, a quien la víspera ordenó congelar las cuentas bancarias de la institución educativa.
La universidad no se ha pronunciado al respecto ya que está manejando con hermetismo lo sucedido.
Según el medio de comunicación Divergentes, este jueves las autoridades académicas de la universidad conocieron que el régimen, a través de la Procuraduría General de la República, ordenó la inmovilización de los bienes.