La dictadura sandinista ordenó congelar las cuentas bancarias de la Universidad Centroamericana (UCA), casa de estudios de la Compañía de Jesús y que ha sido víctima de vejámenes por parte del régimen a partir de las protestas antigubernamentales que estallaron en abril de 2018.

Fuentes allegadas al Ministerio de Gobernación informaron al medio de comunicación Divergentes, que la dictadura decidió congelar las cuentas, a como lo ha realizado con las parroquias diocesanas de Nicaragua, sin que hasta el momento se conozcan mayores detalles o si se trata de una investigación judicial alrededor de los fondos de la casa de estudios.

Más temprano, la UCA, a través de un correo institucional, informó a los estudiantes y colaboradores que se estaban presentando problemas para el pago de aranceles a través de las cuentas del alma mater por «motivos ajenos a su voluntad».

Arremetidas de la dictadura contra la UCA

En 2022 la UCA enfrentó diversas arremetidas de la dictadura sandinista. El 9 de febrero de 2022, la universidad le respondió a la dictadura asegurando que se encuentran en orden en cuanto a sus finanzas. El comunicado llegó en un contexto de confiscación a las universidades privadas por parte de la dictadura.

Sin embargo, el 31 de marzo de 2022, el Parlamento, controlado por la dictadura, aprobó una reforma al Consejo Nacional de Universidades (CNU) en la que excluye a la UCA del 6% constitucional, una subvención estatal otorgada a centros de estudios superiores en Nicaragua.

El 28 de septiembre, la dictadura desterró de facto al vicerrector de la UCA, Jorge Huete Pérez, quien pretendía regresar el sábado 24 de septiembre de ese mismo año de un viaje de trabajo que realizaba en Córdoba, Argentina, en donde participó como vicepresidente de la Academia de Ciencias de Nicaragua.

En ese momento, una fuente de la UCA, informó a Café con Voz, desde la tarde del martes, la decisión del régimen de negar el ingreso al país, sin mayor justificación. «Como a las otras personas, a los curas y profesionales que les han negado entrar a Nicaragua, la línea aérea Copa le comunicó en la escala de Panamá, que desde Managua les dijeron que él no podía abordar y desde entonces, está ahí viendo qué hacer ante esta situación», dijo la fuente universitaria.

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