Voces en Libertad
El cuatro de agosto del año 2022, el régimen de Daniel Ortega espantó al mundo, cuando rodeó la Residencia Episcopal de Matagalpa. El dictador ordenó a sus policías evitar que monseñor Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa, saliera de la Curia de su diócesis sin argumento legal alguno.
La imagen del religioso de rodillas, en plena calle, con el Santísimo Sacramento en la custodia, mientras estaba rodeado de agentes de la policía orteguista le dio la vuelta al mundo. Era un preludio de lo que vino después en su contra, contra la iglesia en general y que demostró que la dictadura orteguista no conoce límites.
“Miedo y de rodillas solo ante Dios”, fueron parte de sus palabras cuando con valentía exigió “a los empleados” del régimen vestidos de policías a que respetaran su derecho de profesar la fe y dejaran de sembrar zozobra en la población de este país.
Aquellas palabras quedaron grabadas en la página oficial de Diócesis Media, la plataforma virtual de la Diócesis. Millones de usuarios reprodujeron su enérgico mensaje y el mundo reaccionó condenando la grave situación de persecución religiosa en Nicaragua.
Confinado, pero inquebrantable
En horas de la tarde de ese mismos día, monseñor Álvarez intentó salir a celebrar misa, pero un cordón de antimotines impidió su salida y quedó confinado en la Curia Arzobispal, junto a seis sacerdotes y seis laicos, según lo declaró el mismo Obispo en otra transmisión en vivo en la página de la diócesis.
En esta ocasión, se observó al Obispo cantar el tema “amigo de Roberto Carlos” como un agradecimiento a los religiosos y laicos que se propusieron acompañarlo pese a las consecuencias que vendrían después.
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Aquel 4 de agosto, irónicamente la iglesia celebraba el Día del Párroco según el calendario católico, pero marcaría el inicio del secuestro de monseñor Rolando Álvarez, actualmente condenado a 26 años de cárcel en un juicio que la dictadura celebró a puertas cerradas y sin permitirle defensa alguna.
“Nunca debió ocurrir”
Eric Díaz, el párroco de la Iglesia San José obrero, del Tuma-La Dalia, que pertenece a la Diócesis de Matagalpa, actualmente exiliado, expresó que este “atropello nunca debió permitirse. Eso nunca debió ocurrir”, señala.
“Ni siquiera se debió permitir que fuera a la cárcel, porque la cárcel se hizo para corregir la conducta de personas que no tienen principios, de personas que han cometido delitos, monseñor Rolando (Álvarez) no ha cometido ningún delito, cuando los justos tocan la cárcel, es por que los injustos son los aplican esa ley y esa ley se vuelve una venganza”, fustigó.
“Lo que sucede en Nicaragua, es un cumplimiento de leyes a conveniencia y a favor de aquellos que deberían ser los que estuvieran en la cárcel. Los injustos, los corruptos, los delincuentes no pueden aplicarles la ley a los justos”, cuestionó el también religioso.
Por su lado, el periodista católico Manuel Antonio Obando Cortedano, quien fuera jefe de prensa de los medios católicos de la Diócesis de Matagalpa, asegura que este año de “injusto encarcelamiento de monseñor Álvarez, es un signo para la Iglesia universal y para la Iglesia local, que Cristo está presente entre nosotros, que camina con su pueblo y que sufre con su pueblo”.
“Seguir a Cristo es asumir lo que eso conlleva, que implica no ser del mundo, por eso el mundo te aparta, te rechaza y te persigue y solo cuando seguís a Cristo, te convertís en testigo de esa persecución y testigo de las injusticias”, remarcó Obando Cortedano, quien también se encuentra en exilio forzado.
Monseñor Álvarez está enfermo
El padre Díaz que actualmente está exiliado en Estados Unidos, afirma que al cumplirse un año del secuestro de monseñor Rolando Álvarez, lo que queda es exigir su libertad inmediata y sin condición.
“La salud de él se sigue deteriorando, yo se que más adelante lo pueden sacar, lo vamos a tener libre, pero su salud va estar muy deteriorada, porque esa gente lo tiene en cárcel de máxima seguridad, o sea un Obispo, una persona que tiene enfermedades, por ahí escuché decir a alguien que no tiene enfermedades, en la cárcel uno se enferma y claro que su salud está quebrantada”, advirtió.
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“No podemos –agregó– acostumbrarnos, no podemos quedarnos callados, no podemos hacernos de la vista gorda, tenemos que seguir exigiendo la libertad inmediata, un año es mucho para alguien que no ha cometido delito y ¿Cómo se le va recomponer todo ese tiempo perdido?¿Todo ese tiempo de cárcel, de sufrimiento y de secuelas en la salud de nuestro Obispo?”, cuestionó.
“El mundo no debe olvidar que hay una iglesia nicaragüense que está germinando en la fe, que está siendo semilla de cristianos de martirio y de evangelización que dará frutos. Que nos olviden de orar por la iglesia, por el obispo y los sacerdotes”, recomendó por su parte Obando Cortedano.
Monseñor Rolando Álvarez fue confinado a la curia episcopal de Matagalpa el 4 de agosto del año 2022. El 19 de agosto fue secuestrado y llevado a Managua donde estuvo supuestamente en casa por cárcel.
El 9 de febrero del año 2023, rechazó ser desterrado junto a 222 presos políticos y el 4 de julio reciente volvió a rechazar el exilio forzado a donde el dictador quiere enviarlo. En venganza, el régimen orteguista lo mantiene secuestrado en una cárcel de máxima seguridad en el penal de Managua.