El régimen sandinista expulsó a la directora del asilo de Rivas “López Carazo”, Rosario Blanco y a su hermana Isabel, también religiosa.
La dictadura ordenó la expulsión de la madre Rosario, directora del asilo de ancianos durante varios años y de su hermana, ambas monjas de nacionalidad costarricense.
Una fuente de la Diócesis de Granada, confirmó a medios de comunicación que la dictadura dio órdenes al Obispo Jorge Solórzano, para que las religiosas abandonaran el país en un plazo de 72 horas, sin justificación alguna.
Además, se conoció que las religiosas saldrán de Nicaragua este miércoles por la frontera de Peñas Blancas, en el departamento de Rivas.
Hasta el momento, se desconoce quién se hará cargo del hogar de ancianos que era administrado por las monjas dominicas desde 1958 y del colegio “Susana López”, también bajo su administración.
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Un funesto recuento
La decisión de la dictadura se da en un contexto de asedio y persecución contra la iglesia católica de Nicaragua.
El 29 de junio, el Parlamento al servicio de la dictadura sandinista, ilegalizó a 101 organizaciones no gubernamentales en una sesión este miércoles, entre las que se encuentra la Asociación Misioneras de la Caridad, orden religiosa de Madre Teresa de Calcuta.
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El 27 de junio, el Ministerio de Gobernación, a través de Franya Urey Blandón, verdugo de organizaciones sin fines de lucro, solicitó la cancelación de las personerías jurídicas, señalando a las organizaciones de no rendir estados financieros, juntas directivas, informes de donaciones y la identidad de los donantes.
La dictadura, a través de Gobernación, hizo especial mención en la Asociación Misioneras de la Caridad, asegurando que no están acreditadas por el Ministerio de Familia y el Ministerio de Educación.