Los secuestrados políticos experimentan muchas emociones a su llegada a Estados Unidos, desterrados por la dictadura. Sin embargo, expresaron que tenían la esperanza de ser liberados de las ergástulas del régimen tarde o temprano.
El 9 de febrero, la dictadura confirmó la deportación de 222 secuestrados políticos nicaragüenses, condenados por la justicia del régimen sandinista.
La dictadura los declaró traidores de la patria y le suspendió sus derechos ciudadanos de forma perpetua, inhabilitándolos para optar a cargos públicos.
El periodista deportivo, Miguel Mendoza, y el sociólogo Oscar René Vargas compartieron su experiencia en entrevistas a Café con Voz.
Miguel Mendoza con mucha esperanza de ser liberado
El cronista deportivo, Miguel Mendoza, señaló que siempre mantuvo las esperanzas de salir de la prisión. Aseguró que no guarda rencor a la dictadura.
“No tenés idea de la cantidad de gente que trabaja en El Chipote que están cansados. Muchos de ahí querían subirse a ese avión también. A lo largo de estos meses conocimos a muchos que sabíamos que disimulaban tratándonos mal” dijo Mendoza.
“Espero que recapaciten y creo que pronto va a llegar ese momento, porque somos un país pobre”, añadió el periodista.
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Mendoza aseguró que nunca se arrepintió de criticar a la dictadura en las redes sociales y señaló que lo haría otra vez.
“Mi madre nunca supo que yo estaba en prisión porque tuvo un derrame hace unos años y su salud se estuvo debilitando. Ayer hicimos una reunión con mis hermanos”, dijo.
“Nunca me fui de Nicaragua”
Oscar René Vargas, sociólogo y excarcelado político, aseguró que nunca salió de Nicaragua, confesó a Café con Voz en entrevista este viernes 10 de febrero, un día después de haber sido desterrado por la dictadura sandinista.
“Yo nunca me fui de Nicaragua. Solamente estuve en Managua. Yo estaba adentro porque era una manera de poder conocer de una mejor forma lo que está sucediendo”, dijo Vargas en una transmisión de Café con Voz.
Y añadió “un control policial que estaba en la carretera y ahí descubrieron que estaba yo. La persona que me andaba manejando me llevó a la casa de mi hermana para que mi captura fuera pública y no en la calle”.
Ante la inminente captura, Vargas decidió despedirse de su hermana menor con cáncer.
“Mi hermana menor tiene cáncer y yo quise verla antes, porque yo sabía que desde el momento en que me detectaron iba a caer preso”, relató.
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Sin embargo, señaló que tenía la esperanza de salir pronto de las ergástulas de la dictadura.
Yo sabía que iba a salir pronto. Estuve cerca de todos los sacerdotes, de Juan Lorenzo Holmann, Juan Sebastián Chamorro, Félix Maradiaga y José Antonio Peraza. Por las noches, comentábamos y analizábamos. Estábamos algo enterados de lo que sucedía en el exterior.
El 22 de noviembre, la dictadura sandinista secuestró al sociólogo y economista Oscar René Vargas en Nicaragua, según denunció su hijo, René Vargas Zamora, a través de su cuenta de Facebook.
Oscar René Vargas fue compañero de combate de Daniel Ortega y su rescatador, en 1974. En una entrevista aseguró que no se arrepiente de haberle salvado la vida a quien 52 años más tarde es su perseguidor.
“Uno no puede arrepentirse de algo que era su filosofía de vida. Tampoco somos responsables de la evolución de las personas. En esa época compartíamos objetivos comunes”, dice Vargas.