El nuevo canciller brasileño, Mauro Vieira, indicó el recien instalado gobierno que lidera Luiz Inácio Lula da Silva no prevé al comienzo de su mandato una visita de Estado a Nicaragua, mientras la nación centroamericana sortea una crisis política con mayoría de sus opositores presos.
“Estoy seguro de que Lula no hará un discurso en defensa de Daniel Ortega (…) Lo que me dicen es que si mañana te declaras candidato a la presidencia de Nicaragua, te arrestan. Así que es difícil», afirmó Vieira en declararaciones al diario Estadão, uno de los periódicos más importantes de Brasil.
En la entrevista realizada el 21 de diciembre, Vieira descartó un acercamiento inminente con el régimen de Ortega. «Lula no hará una visita de Estado a Nicaragua en esta situación. Creo que es suficiente», aclaró. Las implicaciones de la victoria de Lula para Brasil, Estados Unidos y la región
El canciller, no obstante, dijo que otras acciones dependerán «de las circunstancias». Viera dijo que tampoco prevén visitas a Cuba y Venezuela, también aliados durante mandatos anteriores de Lula.
Durante la campaña presidenciales en Brasil, Lula fue cuestionado por la supuesta afinidad ideológica que podría tener con estos gobiernos, también señalados por graves violaciones a los derechos humanos.
El expresidente Jair Bolsonaro, por ejemplo, ofreció refugio en Brasil a los religiosos perseguidos por Ortega.
El goberante brasileño recibió felicitaciones de los dictadores de Nicaragua, Cuba y Venezuela, al lograr su triunfo electoral ante Bolsonaro. “Hermano…Lula, con gran alegría celebramos su merecida victoria, rogando a Dios les dé salud y fortaleza…”, indicó el régimen de Ortega en un comunicado.
La afinidad ideológica de Ortega y Lula ha generado diversas posturas desde la oposición nicaragüense. Algunos consideran que podría haber un “alineamiento” de Lula a Ortega, quien es señalado de violaciones a los derechos humanos y de fraudes electorales continuos que lo han mantenido en el poder durante 15 años consecutivos.