La dictadura de Daniel Ortega detuvo a 31 personas en el marco de la farsa electoral municipal, 21 de estas aún se encuentran bajo secuestro a nivel nacional, según el Monitoreo Azul y Blanco en conjunto con la organización Urnas Abiertas.
En un afiche divulgado este miércoles, el Monitoreo Azúl y Blanco destaca la detención de 11 mujeres y 20 hombres en los últimos siete días, con posibles motivaciones políticas.
El primero de noviembre se registró el secuestro de seis personas; entre el 2 y 4 de noviembre la dictadura secuestró a dos personas, mientras que el 5 de noviembre se registraron 17 detenciones, en vísperas de la farsa electoral.
El propio día de la farsa fueron secuestradas cuatro personas y al día siguiente, otras dos personas se sumaron a la lista de secuestrados.
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Sin embargo, el Monitoreo Azul y Blanco señala que es posible que la cifra de detenciones sea mayor, debido a la falta de información y al clima de represión en Nicaragua.
Cinco secuestros se hicieron públicos
Entre los detenidos, se registran: Mildred Rayo y Miguel Flores de la Alianza Universitaria Nicaraguense (AUN), secuestrados por el Ejército de Nicaragua el 1 de noviembre y trasladados al Distrito tres de la Policía en Managua.
El 5 de noviembre fueron secuestrados Randall Barbosa, (sobrino de la secuestrada política Nidia Barbosa); y su esposa Yaritza Brenes.
También fue secuestrada la opositora Karla Vega, en El Rosario, Carazo, según denuncias ciudadanas.
El primer informe de Urnas Abiertas, del pasado 6 de noviembre, señala que se registraron hasta ese momento, 17 detenciones en seis departamentos.
“Desde el 1 de noviembre hasta las 4:00 PM de la tarde de este domingo 6 de noviembre hemos verificado 17 detenciones en 6 departamentos (Rivas, Río San Juan, Masaya, Carazo, Nueva Segovia y Managua) en el contexto electoral”, señaló Urnas Abiertas.
Además destacaron una amplia vigilancia por parte de fanáticos del régimen a ciudadanos para “intimidarlos” y que se acercaran a votar.
“Bajo un absoluto control territorial se ha desarrollado esta jornada de votaciones municipales en Nicaragua. Trabajadores públicos, personas opositoras y ciudadanía general es vigilada por el oficialismo cuadra a cuadra, ya sea para obligarlos a votar o para asediarlos y evitar cualquier expresión de resistencia”, se lee en el documento.