(Nueva York) La crisis de Nicaragua producto de la brutal represión de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, se empezó a posicionar en el 77º período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, cuando dos presidentes latinoamericanos alzaron la voz por la libertad de los secuestrados políticos y el cese de la persecusión religiosa.

El presidente de Chile, Gabriel Boric, aprovechó su intervención en la Asamblea General de las Naciones Unidas para demandar que se liberen a los más de 200 secuestrados políticos en Nicaragua, incluidos sacerdotes de la iglesia católica.

Boric en un su discurso habló de la crisis de Nicaragua e instó al resto de presidentes de la región “a comprometernos desde el multilateralismo con la justicia y la paz en todo momento y en todo lugar, a realizar las acciones que sean necesarias y no solo declaraciones y poner fin al abuso de los poderosos en cualquier lugar del mundo, a seguir trabajando para contribuir a la liberación de los presos políticos en Nicaragua”. Estados Unidos no excluirá el tema de Nicaragua de la Asamble General de la ONU

“El camino para enfrentar los problemas que aquejan a nuestras sociedades se pavimenta con más democracia y no con menos, incentivando la participación y no restringiéndola, fomentando el dialogo y jamás censurándolo y, sobre todo, respetando a quien piensa distinto”, indicó el mandatario.

Boric, un exlíder estudiantil que el pasado diciembre se convirtió en el presidente más joven de la historia chilena, subrayó además que “tener opiniones distintas no nos vuelve enemigos”.

“Me revelo contra el abismo que algunos pretenden cavar ante la legítima diversidad de opiniones. Desde Chile declaramos nuestra voluntad de constructores de puntos ante estas brechas que nos impiden encontrarnos como sociedades diversas”, añadió.

Bolsonaro invita a los religiosos perseguidos a ir a Brasil

MIentras tanto el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, condenó durante su intervención las persecuciones religiosas que existen en el mundo y citó el caso de la crisis de Nicaragua.

“Quiero anunciar que Brasil abre sus puertas para acoger a los sacerdotes y monjas perseguidos en Nicaragua”, declaró ante la ONU Bolsonaro, quien es un firme defensor de los valores conservadores asociados al cristianismo.

En 2022 la Iglesia católica en Nicaragua ha sufrido encarcelamientos y retenciones de sacerdotes, la cancelación de ocho radioemisoras y tres canales católicos, el ingreso por la fuerza y allanamiento a una parroquia. Antes se registraron la expulsión del Nuncio Apostólico y de las monjas de la Caridad de Santa Teresa de Calcuta.

Uno de los casos de mayor repercusión internacional fue el secuestro del obispo Rolando Álvarez, un fuerte crítico contra el Gobierno de Daniel Ortega, quien está en prisión desde el pasado 19 de agosto.

El obispo de la diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la diócesis de Estelí, fue sustraído ilegalmente la madrugada del viernes 19 de agosto por agentes policiales del palacio episcopal provincial junto con cuatro sacerdotes, dos seminaristas y un camarógrafo. Antes la dictadura había decidido encerrarlo por más de dos semanas en la Curia Episcopal de Matagalpa.

La dictadura señala al alto jerarca de intentar “organizar grupos violentos”, supuestamente “con el propósito de desestabilizar al Estado de Nicaragua y atacar a las autoridades constitucionales”, aunque de momento no han ofrecido pruebas. Sin embargo, hasta ahora no ha sido formalmente acusado y lo mantienen en un limbo jurídico.

Canciller de la dictadura por Ortega

El canciller de la dictadura, Denis Moncada, apareció en Nueva York en la inauguración de una muestra fotográfica que exhibe las violaciones a los derechos humanos cometidas en la Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA), durante la última dictadura militar argentina.

El acto fue presidido, en el consulado argentino en Nueva York, por el presidente de Argentina, Alberto Fernández, quien en meses recientes ha sido blanco de las críticas del dictador nicaragüense, Daniel Ortega. El diario La Nación de Argentina, consultó sobre la presencia de Moncada en el ev.ento y la respuesta de la administración Fernández, indicó que «fue una invitación abierta a todas las delegaciones”.

El diario destacó que esa invitación se da «precisamente, cuando el Gobierno de Daniel Ortega, al que representa Moncada, se encuentra bajo la lupa de los organismos internacionales por las denuncias de encarcelamiento y expulsión de sus opositores en la previa de los comicios que le dieron a Ortega un nuevo mandato como presidente, entre otras violaciones a los derechos humanos, políticos y civiles de los nicaragüenses”.

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