Con 27 votos a favor, uno en contra y cuatro abstenciones, el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), aprobó una resolución que condena a la dictadura sandinista por su persecución contra la sociedad civil y la Iglesia Católica de Nicaragua, a la vez que demandó la liberación de los 190 secuestrados políticos.
Los países que se abstuvieron fueron México, Bolivia, El Salvador y Honduras. Los países ausentes fueron Colombia y Nicaragua.
La resolución “condena enérgicamente el cierre forzoso de organizaciones no gubernamentales y el hostigamiento y restricciones arbitrarias a las organizaciones religiosas y a quienes critican sus acciones en Nicaragua”.
El texto de la resolución critica las recientes acciones a la vez que insta al régimen a liberar a los secuestrados políticos. Sin embargo, la dictadura hizo caso omiso a la disposición de la Asamblea General del organismo, que encomendó al Secretario General, Luis Almagro, a gestionar el ingreso a Nicaragua de una Comisión de Alto Nivel que permita negociar y buscar una salida a la crisis.
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“Los pueblos de las Américas tienen derecho a la democracia y a su los gobiernos tienen la obligación de promoverla y defenderla”; y el artículo 4, afirma que “la libertad de expresión y de prensa son componentes esenciales del ejercicio de la democracia”, señala el proyecto de resolución.
El documento expresa preocupación por el incremento del clima de opresión evidenciado en el aumento de secuestros y detenciones arbitrarias
“El clima de opresión ha empeorado con un número creciente de detenciones arbitrarias; cierre forzoso de organizaciones no gubernamentales; la toma autocrática de alcaldías en cinco municipios de un partido político de la oposición; una intensificación de la represión de periodistas y la libertad de los medios de comunicación; y ataques a monjas y sacerdotes de la Iglesia romana de la fe católica”, añade.
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Santa Sede aboga por el diálogo
En la sesión, la Santa Sede se pronunció alrededor de la persecución del régimen a la Iglesia Católica e instó a adoptar mecanismos de diálogo.
“La Santa Sede no puede dejar de manifestar su preocupación al respecto, mientras asegura su deseo de colaborar siempre con quienes apuestan por el diálogo como instrumento indispensable de la democracia y garante de una civilización más humana y fraterna”, dijo el observador permanente de la Santa Sede, monseñor Juan Antonio Cruz
“En tal sentido, la Santa Sede hace un llamado para que las partes puedan encontrar caminos de entendimiento, basados en el respeto y la confianza recíproca, buscando ante todo, el bien común y la paz”, añadió.
Hasta el momento, el Vaticano guardaba silencio sobre la persecución de la dictadura contra el Obispo de Matagalpa, Monseñor Rolando Álvarez.