Luego de permanecer rodeado por la guardia sandinista por tres días, el Obispo de Matagalpa, Monseñor Rolando Álvarez, salió de la Curia Obispal con el Santísimo Sacramento y encaró a los oficiales para que permitieran el ingreso a sacerdotes y fieles católicos.
Cantó y rezó en la calle, caminó una cuadra desde la Curia y se mantuvo por más de media hora en esa valiente actitud. Se paró a orillas de una camioneta de Auxilio Judicial con el Santísimo Sacramento en las manos y pidió el cese del asedio.
Álvarez fue informado luego de la disposición de la Policía de permitir el ingreso a dos sacerdotes, dos seminaristas, dos camarógrafos y dos músicos, que participarían en la eucaristía que se transmite a través de los medios de comunicación de la Iglesia Católica.
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“El Comisionado General nos ha dicho que ya podemos entrar a la curia y espero que así sea, que puedan pasar los sacerdotes, que no los sigan los policías. ¡Por favor pasen, para celebrar la eucaristía! Y esperamos que nos quiten a la Policía de la curia y que dejen entrar a los que trabajan ahí y a los fieles, porque no estamos haciendo nada contra nadie”, señaló.
El demonio huye
Minutos antes, Álvarez se acercó a los oficiales de la Policía para “pedirles un abrazo como hermanos” y todos se le corrieron al gesto.
“Hermanos, volvamos a la hermandad, a la fraternidad. Bendito sea Dios. Dios dijo ámense los unos a los otro, no dijo ármense los unos a los otros», dijo Álvarez.
El Obispo de Matagalpa señaló que el personal que participa en la eucaristía, conformado por dos sacerdotes, dos seminaristas, dos camarógrafos y dos músicos, fueron retenidos por la Policía Sandinista, que les impidió el acceso a la Curia de Matagalpa y que a la vez, los agentes dispersaron a varios fieles que, de rodillas, cantaban al Santísimo Sacramento.
“¿Por qué meten zozobra en la población?, ¿por qué hacen esto y agitan los corazones de un pueblo sencillo? Rodean la curia como si fuera un cuartel, como si estuviéramos confabulando contra alguien”, señaló el Obispo, a la vez que acusó a la Guardia Sandinista de alterar el orden público.
Responsabiliza a la Policía por su seguridad
A la vez, Álvarez responsabilizó a la Policía por su integridad física.
“Lo que hacemos aquí en la casa, lo podemos hacer fuera. No tenemos nada que esconder, solo Dios es nuestro señor y nuestra historia. Vuelvo nuevamente a mandar un abrazo a los policías y a pedir que dejen de rodear las cuatro calles alrededor de la curia”
Alvarez invitó a la feligresía católica a unirse en oración a las 4 de la tarde en la Catedral de Matagalpa para pedir por la protección de los sacerdotes nicaragüenses, seguido por una eucaristía a las 5:30pm.
“Esperamos que a esa hora hayan reflexionado los señores policías y despejen el paso a los feligreses”, dijo el religioso.