La defensora de derechos humanos, Bianca Jagger, mira con asombro el silencio del Papa Francisco, ante la persecución desatada por la dictadura de Daniel Ortega contra la Iglesia Católica.
La Policía de Ortega mantiene rodeado al sacerdote de la Parroquia de Sébaco, Uriel Vallejos, en el marco de una escalada represiva contra la Iglesia Católica
Vallejos publicó en su cuenta de Twitter que continúa rodeado por la Policía Sandinista y que no ha podido ingerir alimentos.
“Continuamos custodiados, acá estamos. Solo nos queda pedir fuerza al Señor. Gracias por sus oraciones. ¡No me dejen solo!La Virgen de Fátima nos está acompañando. Hay muchos antimotines dentro de la capilla, fuera y en el colegio. ¡Fuerza a todos!”, publicó Vallejos este martes.
Jagger, además hizo un llamado a la comunidad internacional a volver su llamada a la situación de Nicaragua.
¿Cómo valoras la situación en Nicaragua?
Veo la situación como un gravísimo ataque a la Iglesia Católica y una crisis, como en el 2018, en la que Daniel Ortega, está contando con el hecho de que la comunidad internacional está muy ocupada con el ataque de Rusia a Ucrania.
Le he implorado al Papa Francisco que escuche el clamor de los religiosos y que me sorprende que nos ha abandonado. ¿Por qué ha abandonado a la Iglesia Católica en Nicaragua? No lo entiendo, Santo Padre.
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No es posible que el Papa Francisco no le dé respuesta, no hable y no interceda por los religiosos que están siendo perseguidos y por todos aquellos que están tratando de apoyar a la Iglesia Católica.
He hecho un cabildeo para que se le suspenda a Nicaragua del Cafta. Es cierto que eso va a provocar más migrantes, pero hay miles de nicaragüenses que han dejado el país y le hago un llamado a la Unión Europea, a Estados Unidos y al Papa Francisco.
¿Cuál es tu lectura en este momento, en el que la Iglesia resiste este ataque brutal?
Tenemos al menos 190 presos políticos que están siendo torturados en las cárceles, incluídos quienes se iban a postular el año pasado, periodistas y líderes de la revolución sandinista. También hay curas detenidos.
Ya casi no hay nadie que reporte lo que está sucediendo en Nicaragua.
La Iglesia Católica está siendo víctima de persecución y no entiendo por qué el Papa Francisco no voltea sus ojos hacia Nicaragua y le da una respuesta al clamor de las voces que están siendo perseguidas y amenazadas de muerte.
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La Iglesia Católica está jugando un papel extremadamente importante. Les hago un llamado a los nicaragüenses que están en Nicaragua a que no se olviden de lo que está ocurriendo. No se olviden de los párrocos y los religiosos.
Quiero hacerle un llamado a la Conferencia Episcopal de Nicaragua y a todas las conferencias a que se pronuncien, condenen y aboguen por los prelados, párrocos y feligreses que están siendo atacados por el régimen.
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Esa es la gran hipocresía de Daniel Ortega y Rosario Murillo, de venderse como cristianos. Todo eso es una farsa, como es una farsa las elecciones y todo lo que está sucediendo.
A Estados Unidos y al presidente Biden le digo que no se olvide de Nicaragua, porque el ejemplo que está dando el régimen está teniendo un impacto gravísimo.
Me dolió mucho que el presidente de Costa Rica haya aceptado al candidato de la dictadura ante el SICA, porque ese país ha sido gran amigo de los nicaragüenses. Presidente Biden, dese cuenta de la importancia y la gravedad de la influencia de Rusia en Nicaragua.
Hay pronunciamientos, pero no hay acciones que le signifiquen a Ortega un costo por la brutalidad…
Lo que ha ocurrido es que la comunidad internacional ha arrastrado sus pies, en lugar de haber impuesto acciones contundentes contra Daniel Ortega y Rosario Murillo. Lo han hecho paso a paso, en lugar de hacerlo de una sola vez.
Lo único que le puedo decir es que Daniel Ortega y Rosario Murillo, están contando con la inacción de la Comunidad Internacional por no imponer sanciones contundentes.
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Nicaragua necesita acciones, más que simples condenas. Las condenas las agradezco, pero necesitamos más acciones que manden un mensaje claro a Daniel Ortega.
La semana pasada, Ortega le quitó el Beneplácito al candidato a embajador de Estados Unidos en Nicaragua, ¿la dictadura quiere embajadores que no hablen y no escuchen nada?
No es que quieran un embajador específico hecho a su medida, ellos no quieren ningún embajador en Nicaragua. Miren como le hacen la vida imposible a los embajadores europeos.
Nicaragua es un país muy pequeño, pero Daniel Ortega ha logrado burlarse de la comunidad internacional.