La orientación de desarticular las estructuras del sandinismo histórico, que sirvieron como elite paramilitar a la dictadura, generó evidentes roces internos en las filas del Frente Sandinista.
La dictadura ordenó desactivar el sandinismo histórico, según se revela en una circular atribuida a la Comisión Nacional de Atención al Sandinismo, coordinada por el supuesto comandante guerrillero y brigadista Leopoldo Rivas Alfaro.
Por su parte, el militante sandinista Marlon Sáenz, conocido como el «Chino Enoc», se pronunció desde este lunes rechazando la decisión.
“Ese documento es ofensivo porque Leopoldo Rivas, no está en capacidad de desactivar el sandinismo histórico. No son los jefes del sandinismo histórico, son comisiones de atención al sandinismo histórico”, indicó el polémico personaje.
Sáenz también arremetió contra la vicedictadora Rosario Murillo, tras la decisión.
“En 2018 un gran sector sandinista apoyó a los golpistas al inicio porque no soportaban a Rosario. La verdad aunque duela. Mi proyecto de vida es restituir el sandinismo”, señaló Sáenz”, señaló Sáenz sus redes sociales.
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La misiva señala que hace dos años, “por orientación del mando superior”, se planteó la tarea de incorporar a sandinistas históricos para “limar asperezas” entre las estructuras profesionales del sandinismo.
“Sin embargo, podemos afirmar que esta meta se alcanzó en un 90% ya que la mayoría de los compañeros se encuentran incorporados en sus UVES (Unidad de Victorias Electorales Sandinistas) territoriales correspondientes, y por lo tanto, ha dejado de ser necesaria la existencia de una estructura como era la del sandinismo histórico”, señala la misiva.
Por tanto, la dictadura da por terminadas las estructuras del sandinismo histórico y que continúe organizando redes de inteligencia.
“Queda desactivado totalmente las estructuras y el funcionamiento del sandinismo histórico a nivel territorial nacional. Queda estrictamente prohibido continuar organizando y funcionando redes de inteligencia de cualquier naturaleza”, señaló.
Confirman vinculación del Ejército en la represión
La misiva confirma que el sandinismo histórico creó una red de espionaje que rendía información a la Policía y Ejército Sandinista, pese a que este último, niega su participación en el contexto de la represión de la dictadura.
“Asimismo, se había orientado por parte nuestra y no del mando superior recolectar información sobre actividades enemigas y transmitirlas a la Policía Nacional y al Ejército a nivel territorial, tarea que se cumplió también en parte con características singulares”, señala.
Finalmente, la supuesta organización señala que los objetivos “se cumplieron”.
“Asimismo, por haber adquirido los logros mencionados dentro de los cuales, se destaca la incorporación masiva del sandinismo histórico a nuestras gloriosas filas”, añaden.
Para el mayor en retiro, Roberto Samcam, esto refleja la contradicción de sectores afines al sandinismo, pero que no comulgan con la vice dictadora Rosario Murillo.
“Eso es parte de la contradicción fuerte que existe entre los sectores afines a la estructura de Ortega. Rosario no los quiere ver como estructuras independientes de las partidarias que ya existen y que se subordinan enteramente a ella”, expresó Samcam.
“Todos quedan formando parte de las estructuras partidarias territoriales, pero son los mismos paramilitares. Los quieren tener a todos juntos y cerca para evitar que se desgranen”, añadió