Monseñor Silvio Báez, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, aseguró que no se puede dialogar con quienes continúan volando derechos humanos y libertades, ni cumplen con acuerdos que han firmado previamente.
La homilía de Báez se da en momentos en que en Nicaragua, se habla de un supuesto diálogo con el que la dictadura de Daniel Ortega, busca legitimar su farsa electoral.
«Ningún diálogo funciona cuando no se respetan los derechos humanos. Es imposible dialogar sin restablecer las libertades ciudadanas, sin liberar a quien está la cárcel por pensar diferente y sin renunciar a usar la violencia para imponerse», dijo Báez.
Garantes no funcionan si no hay voluntad de las partes
En ese sentido refirió que aun que se cuente con los mejores garantes, si no existe disposición de las partes no se lograrán frutos.
«Aun con los mejores garantes o mediadores del mundo, un diálogo no será exitoso, si alguna de las partes no está dispuesta a abajarse y escuchar, a reconocer sus errores, ceder y cumplir con lo acordado. Para dialogar hay que rebajar los montes y las colinas de la arrogancia», afirmó.
Para dialogar es indispensable la humildad
Báez se refirió al Evangelio proclamado en la misa de este domingo, del Apóstol Lucas, en la que exhorta a los cristianos a preparar el camino para su llegada.
Tomando como referencia el texto bíblico, exhortó a las partes del diálogo a mantener una postura de humildad.
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«Tenemos que abajarnos para ver a los demás como iguales, escucharlos con atención, tenderles la mano y sobre todo para dialogar con respeto. Es necesario abajarnos para dialogar y acercarnos, para poder tender puentes y superar conflictos y malentendidos en la familia, entre los amigos, en el trabajo. También a nivel social, si queremos construir una nueva convivencia, es necesario rebajar las montañas de la soberbia y de la arrogancia.», dijo.
Además refirió que quienes viven de la mentira no tienen capacidad de dialogar.
«Quien ha hecho de la mentira y de la agresividad un estilo de vida es incapaz de construir relaciones de paz y de concordia a través del diálogo y la concertación», expuso.
No debemos rendirnos ante los malvados
Además llamó a los creyentes a no rendirse ante los malvados.
«No podemos rendirnos ante las situaciones negativas de fracaso o de impotencia humana. Dios siempre encuentra el camino para alcanzarnos y ponernos la mano en el hombro y tocarnos el corazón», afirmó.
«El tiempo de adviento nos recuerda que Dios no se detiene ante nada y está llegando siempre a nosotros. ¡Abrámosle el corazón! “Todo ser humano verá la salvación de Dios” (Lc 3,6).», concluyó Báez.