Mediante un extenso comunicado la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) se pronunció por la situación política, social y económica que enfrenta Nicaragua bajo la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo.
“Queremos y preferimos para Nicaragua un sistema democrático, donde la autoridad política es responsable ante el pueblo y los organismos representativos deben estar sometidos a un efectivo control por parte del cuerpo social”, refiere el documento.
Mediante el comunicado instaron al régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo a que se evite la institucionalización de las restricciones arbitrarias e ilegales a las libertades ciudadanas.
La iglesia reconoció que es de gran importancia la división del poder en el Estado; es decir, que un poder esté equilibrado por otros poderes y otras esferas de competencia, que lo mantenga en su justo límite, “es éste el principio del “Estado de derecho”, en el cual es soberana la ley y no la voluntad arbitraria de los hombres” expresa el documento.
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No olvidar a las víctimas y sus familias
De igual forma destacaron la importancia de no perder de vista los derechos a los familiares de personas asesinadas, desaparecidas, presos políticos, “para que sean respetada su dignidad, sus derechos humanos, su cultura y que sean realmente integrados a la sociedad”.
Este comunicado surge en medio de un contexto hostil para opositores, periodistas y medios independientes y tensión entre la Iglesia Católica y el régimen de Nicaragua.
La dictadura ha apresado a cuatro precandidatos presidenciales, ha eliminado la personería jurídica al PRD, ha secuestrado a líderes políticos y empresariales, ha asaltado y allanado medios de comunicación, ha enjuiciado y judicializado a decenas de periodistas y secuestrado y torturado a trabajadores de la extinta Fundación Violeta Barrios de Chamorro, en medio de un ambiente hostil lleno de discursos de odio y veneno de la sancionada vicepresidenta designada Rosario Murillo.
Proceso electoral libre
Los altos jerarcas católicos llaman a un “diálogo sin pactos ni repartición de cuotas de poder”, abogan además, porque en el país se lleven a cabo elecciones libres, transparentes y observadas; llaman a parar la persecución contra opositores y periodistas.
El CEN insiste además en que se debe respetar la voz del pueblo expresada en el voto de cara a los comicios del 7 de noviembre.
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A su vez exhortan a los políticos y funcionarios del Estado, a que cada uno cumpla con su deber institucional, “principalmente aquel a quien le toca gobernar, está llamado a renuncias que hagan posible el encuentro.
“En esto no funcionan las negociaciones de tipo económico, ni pactos para repartirse cuotas de poder. Es algo más, es un intercambio de ofrendas en favor del bien común”, refiere el documento.
Proponen unidad contra régimen sandinista
Finalmente, los obispos proponen la unidad como un primer paso para buscar el cambio que requiere Nicaragua.
“Esta unidad es la base que permite superar presiones e inercias viciosas. Unidad real y efectiva de voluntades y conciencias, capaces de obrar en momentos difíciles guiados por aquellos principios, valores y teniendo la mente en el bien común. Todos tenemos derecho y obligación de comprometernos con la lucha cívica y pacífica, en cualquier circunstancia”, refieren los obispos.
Desde febrero la CEN ha demandado reformas electorales creíbles para garantizar elecciones libres, sin embargo, el régimen ha hecho caso omiso a las peticiones y a pocos meses de las elecciones generales ha encarcelado a 4 aspirantes a la presidencia del país, además de activistas y opositores en escalada de represión y violencia sin precedentes.